Se acabó distraerse con cualquier excusa, motivo o justificación, es momento de mirarse en el espejo antes de continuar. Y no se trata de una mirada furtiva o fugaz para retocar el maquillaje, apurar el afeitado o decidir el peinado, sino de una mirada profunda y detenida. Los arcanos nos hablan de enfrentar el espejo del alma, de concertar una cita con la propia verdad y cerrar, de una vez por todas, los ciclos que han llegado a su fin.
Si deseamos establecer y experimentar una nueva realidad, es necesario hacer implacable limpieza a nuestro alrededor y atrevernos a mirar sin contemplaciones los límites que tememos atravesar. Ajustando el enfoque en lo cercano, se abre la visión panorámica y podemos discernir lo central de lo periférico.
MARZO nos invita a sopesar los compromisos adquiridos a lo largo del tiempo para revisar hasta qué punto los términos del “contrato” siguen siendo válidos u obsoletos. Lo que fue recomendable para un momento de la vida, no tiene porque perpetuarse si ahora descubrimos que ya no corresponde a nuestra actual autenticidad. Libres de rutinas empezamos a manejar nuevos escenarios.
Atreverse a realizar este drenaje espiritual, facilita conocerse y reconocerse sin etiquetas edulcorantes ni definiciones hirientes. Aceptarnos tal cual somos resulta imprescindible para afinar la mirada al interior y permitir que broten las respuestas que siempre estuvieron a nuestro alcance. Date el tiempo de revisar tus principios básicos, comprométete con los valores que hoy te representan, decreta tus intenciones y permite que la realidad se manifieste. Refina tu discurso, añade a la intuición el dictado del instinto y osa comunicarte bendiciendo la probidad intrínseca de todos los seres.
En un momento donde todo se tambalea, lo verdaderamente arriesgado es confiar y mantenerse fiel a la propia intención. Si dispones de bases sólidas podrás permitirte la filigrana en la improvisación cuando la vida te presente un giro inesperado, pues no hablamos de enrocarse, sino de anclarse a un eje de integridad desde el cual todas las piruetas son posibles.
© Tubi Tubau
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