Aquí
hay tres puntos que les van a parecer familiares, como si los hubiesen oído
antes. Pero necesitan volver a escucharlos.
Número
cuatro: Todos los Milagros de este planeta que conocen y que afectan a la
humanidad han sido creados por Seres Humanos. ¡Todos! Pero quizá digan: “Sí,
pero cuando leo acerca de los milagros en mi cultura, no los realizó un Ser
Humano. Fue el Mesías.” Se olvidan, ¿no es verdad? Los mayores maestros que puedan recordar, los
que hicieron los milagros más extraordinarios en la Tierra, fueron todos
Humanos –Humanos que trabajaron para los Humanos, cambiando la vibración del
planeta. Dios nunca envió a un ángel para que incidiese en el milagro. Sin
importar lo que diga su mitología, los Humanos hicieron todo el trabajo divino.
¿Alguna
vez pensaron que ustedes eran el milagro de otro? ¿Alguna vez pensaron en eso?
Les hemos dicho antes que en realidad no pueden decidir por algún otro, ¿saben?
No pueden convencerlos de nada. Tampoco los pueden curar realmente con su poder. Todo lo que pueden
hacer es hacerles ver la curación por sí mismos. Pero ¿y si ustedes llevasen
tanta luz que ellos pudiesen ver realmente a Dios en ustedes? Entonces quizá
podrían ver a través de la puerta que ustedes abrieron cuando comenzaron su
viaje espiritual. Podrían sentir que la luz que utilizaron para iniciar su propio
proceso es la de ustedes. ¿Y si luego les ocurriese un milagro en sus vidas? Entonces
ustedes retrocederían y alabarían a Dios, ¿no es cierto? Dirían: “Esto es
maravilloso. Gracias, Dios.” Pero no tendrían ni la menor idea de haber
sido los que permitieron que ocurriese, los que
abrieron la puerta para ellos.
En
este salón hay padres que lo hicieron por sus hijos, e hicieron que sus hijos
tomaran conciencia. ¡Entre este público
hay hijos que hicieron que sus padres tomasen conciencia! No hay mayor amor que
abrir la puerta de la curación para otro y luego retroceder y observarlo en su
magnificencia. Así obra Dios… a través de ustedes.
Sepan
esto. Dios obra a través de la divinidad de los Seres Humanos en la Tierra. No
hay otra forma. Ustedes son partes de Dios que entonces elevan la vibración del
planeta mediante su trabajo en “el enigma”. Dios no desciende y toca a los
Seres Humanos. Los Humanos, mediante el libre albedrío, abren sus portales
internos y permiten que penetre la luz de Dios. Así obra Dios… por medio de los
Seres Humanos del planeta que se llaman a sí mismos Trabajadores de la Luz.
La
número cinco les resulta muy difícil de creer: Muchas veces, cuanto presentamos
esto, muchos gritan que no puede ser… ¡no puede ser! Escuchen esto: Dios no
juzga sus acciones mientras están en la Tierra. No se los juzga porque el Ser
Humano es totalmente responsable por lo que hace. Se los trajo aquí para que
decidiesen si van a ir a la luz o a la oscuridad, y si deciden entrar en la
oscuridad, es su decisión. Para eso vinieron, y es parte del libre albedrío.
Dios no los va a juzgar entonces por su libre albedrío. Es parte de la prueba,
del enigma. Crea las respuestas que necesita el cosmos.
Pero
hay quienes dicen: “Seguramente los que eligieron semejantes cosas malas
tienen que pagar un precio.” Una vez más, les recuerdo la parábola del Hijo
Pródigo, perteneciente a las escrituras
de su propia cultura. Se dio hace mucho tiempo, así que léanla y entiéndanla de
otra manera. Es una parábola, una metáfora. En la parábola, el padre envió a
dos hijos lejos de la familia para que desarrollasen sus propias vidas. Ahora
bien, ésta es una metáfora de que Dios envió a dos Humanos a la Tierra. En la
parábola, uno hace todo bien y el otro hace todo mal. Ahora vayan y lean qué ocurrió
luego; porque cuando regresaron a la casa del padre, ambos fueron recibidos con
una fiesta… ¡La misma fiesta! La celebración fue idéntica para ambos. Verán, no
se los juzgó.
Dios
no juzga a Dios. Porque Humanos la dirección que deseen tomar depende del libre
albedrío de los Seres Humanos la dirección que deseen tomar. Dios no se halla
encima de ustedes con un martillo, Dios los ama por el simple hecho de sentarse
en la silla… ¡solamente por estar en el viaje en el que están! Escuchen, la
historia misma del ángel que se convirtió en Lucifer es la metáfora para el
poder que tiene el Humano para desarrollar la maldad. En tu poder está convertirte
en luz o en oscuridad, ángel. ¿Entiendes? Es parte del acertijo. Representas la
luz más brillante y la oscuridad más tenebrosa del planeta… no se necesita
ninguna fuerza externa.
Aquí
hay personas apesadumbradas. Hay quienes leen esto con pesadumbre. Se están
diciendo: “Dios nunca me perdonará lo que hice.” Te diré, querido Ser Humano, el Universo
sabe lo que hiciste y lo único que hay es el amor que se vierte para ti. Borra
esos pensamientos que creaste por ti mismo. Los que quiebren las leyes de la
humanidad serán juzgados por humanos. Los Humanos han creado este sistema de
castigo y recompensa. No es un sistema divino. El Cielo y el Infierno son una
manifestación tridimensional de lo que piensa el Humano, no una creación
divina. Es una extensión de la mitología de la forma en que los hombres que
debe ser Dios.
Cuando
ven la presentación de un asesinato en una obra de teatro y baja el telón,
¿creen que la policía viene y se lleva al actor que disparó el arma? ¡No! En lugar
de eso, todos hacen una fiesta para el elenco hasta que se los vuelva a
necesitar para representar otro papel. Así funciona “la obra teatral de la
Tierra”.
Número
seis: La comunicación con Dios es directa –de Ser Humano a Dios. No necesitan estar
en un grupo para comunicarse. No necesitan escribirlo y pasárselo a alguien más
para que entonces lo lea y hable con
Dios. No se hace cola para Dios. No hay momento oportuno o inoportuno para
Dios, porque la comunicación es siempre “ahora”. ¿Qué van a hacer con esa
información? ¿Hacer algo con ella?
¿Hacerlo luego? ¿Pensar en ello?
Algunos
dirán: “Fui a esa reunión donde escuché a un hombre canalizar a una entidad
llamada Kryon. Voy a tener que pensar en lo que dijo, porque algunas cosas eran
muy interesantes, pero no creo que lo haga ahora.” Y la verdad es que
probablemente no lo harán nunca.
Lo
hemos dicho antes. ¿Por qué creen que están sentados aquí? ¿Creen que vinieron
para pasar un buen momento, o vinieron para tomara una decisión vital? Nadie en
este salón se va a avergonzar de lo que hagan, porque es entre ustedes y su Yo
Superior. Este es un espacio sagrado. Es un lugar seguro. Este es el mejor
momento para comenzar el proceso divino. Será tan lento o tan rápido como
quieran… revelando gradualmente la verdad que les transmito. ¿Recuerdan la
promesa que les hice anoche? Bendito el Humano que pide, porque si de veras desea
encontrar realmente lo que hay en su interior, el proceso comenzará. Y esas
hermosas entidades que los guían comenzarán a empujar esa puerta. Entonces empezarán
a sentirlo y sabrán que lo que digo es de veras real.
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