“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”
Buda
“No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así”
William Shakespeare
William Shakespeare
“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”
Henry Ford
Henry Ford
Dicen los expertos que sólo con tener mínimamente cubiertas algunas necesidades básicas, cómo pueden ser comer o disponer de un techo donde cobijarse, tenemos la oportunidad de ser felices. Conducir un “cochazo”, ser famoso o disfrutar de una cuenta bancaria abultada no son garantía de felicidad. De ello se concluye que sentirse feliz depende, sobre todo, en cómo manejamos nuestras emociones y si conseguimos tener pensamientos positivos, que sean constructivos en lugar de destructivos.
Conozco personas que, cómo se diría coloquialmente y sin ánimo de ser ofensivo, no tienen donde caerse muertos y sin embargo gozan de una alegría y felicidad envidiables. En cambio conozco a otras con una buena casa, situación económica media-alta, con familiares y amigos que les quieren y, sin embargo… no acaban de encontar la felicidad, en seguida encuentran problemas en todas las situaciones.
Pero ¿qué se puede hacer para tener pensamientos positivos? Porque la persona que se siente desgraciada lo ve realmente imposible. Trataré desde aquí de aportar mi granito de arena:
- Relativiza. Nada (o casi nada) es tan importante cómo para amargarnos la existencia. Más allá de un primer enfado no vale la pena dar vueltas y más vueltas en la cabeza a lo mismo.
- No existen los problemas. Si un problema tiene solución sólo es cuestión de que realizemos la acción que corresponda para que deje de serlo. Y si no tiene solución es que no era un problema, sino que es algo que debemos aceptar y ya está.
- Disfruta de lo que tienes. En lugar de lamentarte por aquello de lo que careces… ¿no sería mejor disfrutar de lo que ya tienes?
- Fíjate en los demás. Observa a aquellas personas que son felices y atrévete a preguntarles por sus“secretos”
- Pide ayuda. No dejes pasar más tiempo y pide ayuda a familiares y amigos, estarán encantados de echarte una mano, o dos si es necesario. Y si el tema es muy severo acude a un especialista.
- Cuídate. Nadie te va acuidar mejor que tu mismo: descansa, lee revistas y libros que te inspiren, diviertete con amigos,…
Más P:
- Pálpito, corazonada, aquello que te ilusiona y que internamente te dice que vas bien.
- Paciencia. Cultivar la paciencia es un buén antídoto contra el nerviosismo y el estrés.
- Perdón. Cuanto más dificil es perdonar más te libera.
Ahora te voy a pedir dos favores. El primero es que si se te ocurren más palabras que empiezen con la letra P y que tengan que ver con la felicidad dejes un comentario más abajo. El segundo y más importante es que si conoces a alguien que le pueda ayudar este post se lo recomiendes.
Estas son las letras del Abecedario de la Felicidad
Todos Los lunes Felices
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