Y ¿por qué el baile y el canto son actividades divinas? Porque estas son actividades en que puedes perderte completamente... puedes sumergirte en el canto al punto que el cantante desaparezca y sólo permanezca la canción, o el bailarín desaparezca y sólo la danza permanezca.
Y ese es el momento de la metamorfosis, de la transfiguración: cuando el cantante ya no es y sólo existe la canción... cuando tu totalidad se ha convertido en una canción o en baile, esa es la oración.
No importa qué canción estás cantando; puede no ser una canción religiosa; pero si la cantas en forma total, es sagrada. Y viceversa: puedes estar cantando una canción religiosa, santificada desde tiempos inmemoriales, pero si no estás involucrado totalmente en ella es profana. El contenido de la canción no tiene importancia; lo que importa es la cualidad que traes al canto, la totalidad, la intensidad, el fuego.
No repitas la canción de otra persona, porque ese no es tu corazón. Y esa no es la forma en que puedes derramar tu corazón a los divinos pies. Permite que surja de tu propio corazón.
Olvida el compás y la gramática. Dios no es un gramático, y al Él no le importa qué palabras utilizas... Él está más interesado en tu corazón".
Osho, Libro Naranja
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