sábado, 9 de marzo de 2013

MAESTROS ENCARNADOS...ADAMUS SAINT GERMAIN...♥



Siguiente. Ustedes se convierten en Maestros Encarnados en ese conocimiento. Sí, Maestros Encarnados. Yo lo miro – los miro a todos ustedes – como si fuera el día de la graduación. Todavía no se han puesto en camino, casi sin permitirse recibir ese diploma de graduación, pero es el día de la graduación. Ustedes se despiertan, están entusiasmados, están nerviosos. Piensan como será este día de graduación – la ceremonia, las fiestas posteriores. Ustedes recuerdan, en este día de graduación, todas las experiencias que les han traído hasta este punto. Se ríen de algunas de ellas, lloran respecto a otras. Se preguntan si pudieran haberlo hecho mejor o más rápidamente. Se pregunta si aquellos a quienes ustedes han lastimado todavía se sienten heridos. Ustedes les envían una oración, una liberación para ellos.



Es ahí donde estamos – en el día de la graduación. Todavía no han recibido el diploma, recibido el reconocimiento. Y hay una sorpresa que les espera. Cuando escuchen que se pronuncia el nombre de ustedes para que se presenten, la voz que van a escuchar llamándolos, es su propia voz por supuesto. Y el escenario estará vacío, solo esperando por ustedes. Los ojos estarán encima de ustedes – los ojos de su Familia Espiritual, los ojos de los demás que han compartido su viaje de experiencia, a quienes han conocido en sus clases espirituales, talleres, giras. Todos estarán encima de ustedes al ustedes aproximarse al escenario.



El escenario está vacío. No hay diploma. No hay estatuilla o reconocimiento. El escenario es de ustedes para que diseñen la manera en que quieren recibirse a sí mismos. Es ustedes otorgándose este reconocimiento y diploma a sí mismos. Nadie más puede hacerlo por ustedes. Yo no voy a estar en el escenario, pero estaré en la primera fila. Son ustedes siendo capaces de decirse a sí mismos, “Yo Soy El Que Yo Soy” en un tono de voz que pueda escucharse en toda la creación. “Yo Soy El Que Yo Soy”. Una voz que viene desde su alma, una voz que viene desde la plenitud, llenando ese cristal, ese hermoso cristal, diciendo, “Yo Soy El Que Yo Soy”.



El día de graduación – y todos ustedes hacen una pausa. La pregunta, al contemplar como llegan a su propia plenitud, “¿Estoy listo, me perdí algo, dejé tras de mi un rastro de lágrimas y corazones rotos y cuentas por pagar (risitas), estoy listo?” Ustedes piensan sobre algunas de las energías arquetípicas que han venido antes que ustedes – Yeshua, Buda, muchos otros – y dicen, “¿Seré merecedor de estar en su compañía?”. Oh, sí, se me olvidaba – Adamus (risitas), “¿Seré merecedor de estar en compañía de ellos? ¿Si voy a recibir este diploma de mí mismo, no debía ser capaz de chasquear los dedos y crear un ramo de flores., no debía ser capaz de no tener que comer nunca de nuevo, no debía ser capaz de hacer sanaciones milagrosas a todos, no es eso lo que necesito para declararme a mí mismo como un Maestro?” . Solo si ustedes piensan que lo necesitan.



Al verdadero Maestro sabio no le interesa. No importa. No se trata de cuantos milagros puedan realizar. No se trata para nada de ser capaces de realizar magia o trucos. No tiene nada que ver con las capacidades, poderes o nada parecido. Se trata simplemente, simplemente de la habilidad para aceptarse a sí mismos. Eso es.



Ahora, con eso, con ese amor verdadero a sí mismo, todo es posible. Con ese amor verdadero a ustedes mismos, nunca más habrá cuestionamiento con respecto al dinero. El dinero es solo una forma cruda de decirles que ustedes no se están amando a sí mismos – o la falta de dinero, debería decir. O la salud – solo una forma algo dolorosa de decir que todavía tienen que llegar a amarse a sí mismos. Una vez que logren la aceptación, comienza la magia verdadera. Pero el Maestro entiende, ellos ya no tienen realmente necesidad de la magia, o del poder, o de la energía proveniente de algún otro sitio fuera de ellos mismos. Se vuelve insignificante, y entonces el verdadero Maestro comienza a reírse, y continúa riéndose hasta que se le saltan las lágrimas, sorprendido de lo sencillo que era todo ello, pero sorprendido también de cuanta experiencia se ha asimilado a sí mismo.



El Maestro Encarnado, el siguiente paso. El Maestro Encarnado también entiende que ya no está más aquí en servicio – en el viejo servicio, debería decir – a nadie, porque en este período, particularmente como el Humano que Despierta, ustedes pasaron por un período de ser los sostenedores de energía, los bondadosos de la energía, salvando al planeta, haciéndolo todo en servicio a los demás. Estar en servicio fue una parte importante del despertar de ustedes. Ha habido momentos en los que han sostenido la energía de los antiguos, sostenido las energías de Gaia, sostenido las energías de Isis y del femenino o el masculino o de las víctimas o de los dioses y diosas. Sostenedores de energía. Hicieron eso vida tras vida. Pero ustedes ya no son sostenedores de energía. No se preocupen, mis queridos amigos, hay muchos, muchos otros que desean avanzar saliéndose de la conciencia básica de la Humanidad para ir a la posición de sostenedores de energía que ustedes fueron una vez. Estas no son tareas que se quedarán sin hacer solo porque ustedes se hayan ido.



El verdadero Maestro es soberano, es para sí mismo, ya no trata de salvar al mundo o sostener la energía de cosa alguna. El verdadero Maestro no anda por ahí tratando de sanar a la gente. ¿Por qué? Simplemente porque su presencia constituye toda la sanación que cualquiera necesite. Eso es. No hay fuerza. No hay esfuerzo. Las anécdotas sobre Yeshua que trabajaba con los demás, sanándolos, eran poco exactas. Todo lo que tenía que hacer Yeshua era pararse delante del otro, mirarlo a los ojos, ver el Yo Soy dentro del otro y encender con un chispazo algo dentro de ellos. Eso era todo lo que había que hacer.



El Maestro, el verdadero Maestro en la Nueva Energía, camina por sí mismo. El verdadero Maestro – totalmente soberano. No más alimentación. No más historias. El verdadero Maestro acepta la Tierra, a los humanos, a la Familia Espiritual y a todas las cosas como son, reconociendo que todo es perfección, reconociendo que nada puede salir mal. Nada. Ustedes no pueden tomar decisiones erróneas, lo saben. No pueden. Ustedes solo pueden tener experiencias.



El verdadero Maestro, el Maestro Encarnado, simplemente camina por la Tierra sabiendo que ya no tiene que estar aquí. Ya no hay ningún condicionamiento al servicio u obligación hacia los demás. El verdadero Maestro camina por la Tierra simplemente para hacer brillar su luz. Simplemente para hacer brillar su luz.



Sí, el verdadero Maestro – el Maestro Encarnado en el que ustedes pronto se convertirán – el Maestro Encarnado todavía tiene desafíos provenientes de la dualidad, todavía siente lo enojoso de esta realidad, pero sabe que no está atrapado, sabe que en cualquier momento puede simplemente salirse.



Lo más difícil de lograr para este Humano que Despierta en su tránsito a Maestro Encarnado es la pregunta, en las palabras inmortales de Metatrón, “¿Están ustedes listos?” “¿Están ustedes listos?”.

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