sábado, 9 de marzo de 2013

MENSAJE DE ADAMUS SAINT GERMAIN...♥♥







Conocimiento



Hoy, Yo quiero adentrarme en algo denominado su conocimiento. Su conocimiento Algo que ya está ahí. Ustedes son lo suficientemente sabios. Hace mucho, mucho tiempo, suficientemente sabios – aún antes de su Familia Espiritual – suficientemente sabios como para colocar el conocimiento profundamente dentro de ustedes de manera que nunca se pudiera exprimir, extraer, eliminar, disminuir. Solo ustedes podían ocultárselo a ustedes mismos. Pero el conocimiento está ahí. El conocimiento con respecto a cada asunto. El conocimiento ante cada confusión. El conocimiento que aclararía instantáneamente la neblina. El conocimiento con respecto al Yo Soy. Ya está ahí. El conocimiento con respecto a sus interrogantes sobre preocupaciones espirituales, preocupaciones de la vida, preocupaciones sobre el dinero, la salud, todo – ya está ahí. No es mágico. No es tan esotérico que ustedes no puedan traerlo a esta realidad. No viene de ningún otro sitio. Ya está ahí. Sin embargo no está en sus mentes. No está aquí (en la cabeza). Está aquí (en el corazón), y aquí (en el centro), y en esa hermosa esfera.



El conocimiento. El conocimiento que les ayudará a entender las dudas, las preocupaciones que ustedes tienen ahora mismo y el por qué ustedes les han permitido a éstas que estén ahí. El conocimiento que les mostrará como cruzar el puente que va desde el Humano que Despierta hacia el Maestro Encarnado. Está ahí.



Ustedes han estado mirando hacia los demás – Tobías, Adamus, yo, cualquiera a quien puedan leer o escuchar – para que les de la respuesta. Mas sin embargo, aunque los demás pudieran haberles dado a ustedes las respuestas aquí, justo como el Humano básico o el Humano que Despierta, ahora nadie más puede darles la respuesta. Nadie. Ustedes tienen que bucear en su propio conocimiento



Me van a decir que ustedes no saben dónde está el conocimiento, y eso es parte del juego. Y Yo voy a mirarlos directamente a los ojos y decirles, “No vuelvas a mentirme nunca más”, cómo si eso te lo dijeras a ti mismo. Sí sabes, solo que pretendes no hacerlo. Sí entiendes; solo pretendes que no lo haces. Él ya está ahí, y yo quiero adentrarme en eso ahora con algo de música de fondo. Una merabh de conocimiento.



~ Una Merabh de Conocimiento



Tomen una respiración profunda. Bajemos un poco las luces.



(Comienza la música; “Spiritual” por Charles Hayden y Pat Metheny del álbum “Beyond the Missouri Sky (Short Stories)”).



Tomen una respiración profunda.



Comienzo haciendo la pregunta. ¿Por qué ustedes han pretendido no saber?



Cualquier Maestro Ascendido les dirá que el conocimiento siempre está ahí. El conocimiento ante cualquier interrogante. El conocimiento de ustedes.



En este espacio dulce, a medida que entramos en el tercer mes de la nueva era en el planeta Tierra, acercándonos a la graduación, un grupo exaltado de maestros angélicos que pretenden ser humanos, Yo les pido que se adentren en su conocimiento.



No se encuentra en ningún lugar en sus cuerpos.



(Pausa)



Hasta ahora han tratado de encontrar el conocimiento en sus mentes. Nunca estuvo ahí.



(Pausa)



Ustedes trataron de encontrar las respuestas en los demás. ¿Cómo podrían ellos decirles lo que solo ustedes pueden saber por sí mismos?



(Pausa)



Hace mucho tiempo plantaron el conocimiento dentro del aspecto de ustedes que iría a la Tierra. Ustedes, alma, ustedes dotaron al aspecto humano de sí mismos con conocimiento. El humano lo dejó a un lado diciendo, “Yo lo retomaré cuando sea el momento correcto”.



Es su conocimiento.



La mente dice, “¿Dónde, oh, dónde está?” Y el corazón dice, “Está aquí”.



(Pausa)



Los aspectos de ustedes corretean tratando de encontrarlo, buscando detrás de cada puerta, en los escaparates y armarios de la historia de ustedes, diciendo, “¿Dónde está escondido? ¿Dónde está ese conocimiento?”



No lo encontrarán. Es un regalo del alma de ustedes para ustedes. No se le regaló a los aspectos. No se le regaló a la mente o al cuerpo. Es el regalo de ustedes para ustedes.



(Pausa)



Tomen una respiración profunda y recíbanlo de ustedes mismos.



El conocimiento no puede entenderse, medirse, diseccionarse, mejorarse o destruirse. Es innato. Siempre ha estado ahí.



Inhalen su conocimiento sin pensar al respecto.



(Pausa)



El conocimiento es como el Gran Sol Central del Yo Soy – el sí mismo de ustedes.



Y aunque él pudiera haber estado cubierto por las nubes, por la neblina densa, en el despertar ustedes toman la respiración y soplan para disolver esas nubes, aclarar la neblina y permitir que la iluminación de su conocimiento brille. Permitiendo que su cuerpo lo reciba. Permitiendo que su mente lo reciba, porque va lejos y más allá de la mente. Permitiendo que cada uno de sus aspectos sienta su calidez.



(Pausa)



El conocimiento – detiene la búsqueda.



El conocimiento – tan tierno y compasivo.



Es de ustedes.



(Pausa)



Si hay alguna parte de ustedes que dude de él, cuestionando si ustedes realmente lo tienen, declaren desde el Yo Soy de ti mismo que el conocimiento es de ustedes. Está ahí, y siempre lo estará.



Es el conocimiento el que los ayuda a entender por qué han colocado las dudas ahí frente a ustedes en el día de graduación, solo para ser arrastrados hacia la gravedad psíquica espiritual. Es el conocimiento el que también les ayuda a entender cómo disolver instantáneamente esas dudas. No luchar con ellas, no negociar con ellas, simplemente disolverlas.



(Pausa)



Es el conocimiento el que les recuerda que ustedes no necesitan poder. No hay lucha. No hay nada que combatir. Solo se trata de declarar su Yo Soy.



(Pausa)



Tomen una respiración de su conocimiento



Sientan como él les llena sus barrigas…



Sientan sus pechos….



Dejen que irradie hacia todos los aspectos de ustedes.



Calentando los lugares más fríos de sus recuerdos.



Y solo estén con ese conocimiento durante unos minutos de silencio aquí, escuchando la música…



Abrazando su conocimiento.



(Pausa larga)



El conocimiento es tan puro. Sin agenda. Sin tratar de empujarlos en un sentido o en otro.



Tan sereno que ustedes se olvidaron de escucharlo.



Tan tierno que ni siquiera lo reconocieron. Pero está ahí.



El conocimiento es una bendición. Él responde a las interrogantes aún antes que se pregunten. Así de hermoso es su conocimiento. Él ya sabe. Por tanto, realmente no hay preguntas.



Tomemos una respiración profunda. Respiración profunda hacia el interior del conocimiento de ustedes.



(La música se desvanece)



Ahora, ustedes van a ver que su mente comienza a cuestionar, “¿Realmente lo experimenté?”. Si se dan permiso a sí mismos – sí. Su mente va a decir, “¿Funciona realmente?” La respuesta viene solo desde la profundidad de ustedes – si ustedes eligen que funcione. La mente va a querer comprobarlo, someterlo a una prueba humana, y ustedes son los que tienen que decir, “No. Él no necesita comprobación, porque eso lo enterraría, lo pondría de nuevo fuera de mi vista.”



La mente dirá, “¿Él es más poderoso, sabio, fuerte que yo?” – la mente, la cosa en la que ustedes han confiado – y eso sucede solo si ustedes permiten que así sea. A partir de este momento depende de ustedes elegir ser el conocimiento.



Ustedes pueden permitirse dudar, y pueden de nuevo ser arrastrados por la gravedad psíquica. O pueden hacer esa elección de que el conocimiento está ahí. Está brillando, está irradiando a través de cada parte de ustedes hacia cada aspecto que pronto se convertirá justo en una faceta. Depende totalmente de ustedes. Si la mente les hace el juego y ustedes la siguen, debía darles vergüenza. Si la mente les hace el juego y ustedes recurren al equilibrio de su Yo Soy, de su ser, la mente detendrá el juego. Es así de simple. Pueden encender las luces.



Así que yo sostengo esta hermosa esfera que representa la vasija del alma, ahora llena de tantas experiencias. Ella ha incursionado en tantos potenciales que permanecían dormidos dentro de ella, y se experimentó a sí misma. Ella se circuló por toda la sala, cada uno de ustedes la sintió, colocó su energía en ella, imaginando al alma completa, plena, sin tener ya más esas necesidades de las viejas experiencias humanas, diciendo, “Suficiente. Suficiente”.



¿Pero qué siento yo aquí en esta esfera, tocada por cada una de las energías de ustedes? ¿Qué siento? Una cosa interesante. Cosa interesante. Yo oigo que ella dice, en las palabras de ustedes, “¿Tengo permiso? ¿Tengo permiso para ser el Maestro Encarnado? ¿Tengo permiso de algo, de alguien, incluso de mi alma? ¿Tengo ese permiso? ¿Tengo eso?” Y como un alegato por debajo, “¿Verdaderamente estoy listo verdaderamente? ¿Verdaderamente estoy listo?



Sí, dicen ustedes, ustedes son seres espirituales. Ustedes han estudiado la espiritualidad, pero aquí en el día de su graduación están diciendo, “¿Estoy realmente listo y tengo permiso?” Así que voy a circularla de nuevo para que ustedes se respondan a sí mismos, ahora que ustedes tienen conocimiento (unas pocas risitas).

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