“De acuerdo a su frecuencia vibratoria, todas las criaturas entran en relación con otros seres ó entidades que poseen un grado de frecuencia vibratoria semejante”.
Así pues, el hombre, a través de sus pensamientos, de sus sentimientos y de sus acciones, entra en afinidad con regiones, con criaturas (visibles ó invisibles), que se asemejan en frecuencia vibratoria, atrayéndolas.
De acuerdo con esta ley: “Lo semejante atrae a lo semejante”.
Conclusiones:
Dime con quien andas y te diré quien eres.
El ejemplo de los diapasones.
VÍA YO EVOLUCIONO
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