Si hay dos diapasones y se hace vibrar uno de ellos, por afinidad, el otro diapasón automáticamente se pone en marcha y los dos vibran simultáneamente en la misma nota.
Ello tiene su manifestación, a nivel psicológico, de manera que una persona, que sea capaz de emitir una frecuencia de pensamiento positivo, puede contagiar a los seres de su alrededor, y desde ahí tiene la posibilidad de crear algo bello en torno suyo. Pero si el ser se polariza en el extremo opuesto y se pone muy negativo, también contagia. Por tanto, todos somos responsables de crear nuestro entorno.Todos atraemos a quienes vibran en ondas semejantes a las nuestras, por eso estamos mejor al lado de unas personas, que de otras.
Una persona muy positiva tiene sus “chakras” o centros etéricos vibrando en el sentido de las agujas del reloj, esa es la energía positiva del ser. Cuando un ser sólo atrae problemas, la misma cadena de chakras gira en dirección inversa. Pero la mayor parte de las veces nos ocurre que unos chakras giran en sentido positivo y otros en sentido negativo. ¡¡Así vamos!!
*Eva Monferrer es experta en Sabiduría Perenne
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