Durante mi crecimiento y, en verdad hasta hace poco tiempo, pensaba que el ADN era estático. Que aquello con lo que habíamos venido al mundo era una estructura solida que no podía ser cambiada. Después de todo, no podemos cambiar nuestra forma física, ¿verdad? Elevar nuestra altura, acortarla, cambiar el color de nuestro pelo o de nuestros ojos… Por lo tanto, el ADN es estático, pensaba.
Luego, escuché que algunas personas que habían enfermado con ciertos virus habían cambiado su ADN. QUE???Pensé: puede nuestro ADN ser alterado durante la vida? Porque… verás, yo pensé que la mutación o el cambio de ADN solo ocurría de una generación a otra. No es asi! Y… si un virus puede cambiar el ADN, ¿qué otras cosas pueden cambiarlo también?
Al investigar este tema, encontré toda la información acerca de la activación del ADN, el ADN “basura” siendo de origen foráneo, y montones de cosas más. Una de las que en especial captó mi atención fue la de “mutación espontánea”, algo muy común en otras especies de la Tierra. Y que, en verdad, la mutación generacional no es verdaderamente el principal método de mutación.
Es así que recordé el trabajo de Hira Ratan Manek en relación a Sungazing (Mirar fijamente al Sol). El logró cambiar su esencia física para así absorber todo lo que nutricionalmente necesita a través de mirar fijamente el sol, al amanecer o al atardecer, mientras se encuentra parado y descalzo sobre la tierra. Ya no necesita comer para tener la energía necesaria para vivir. Asombroso.
Por lo tanto, mi principal preocupación es la Ascención de la Especie. Ciertamente, Sungazing nos acercaría a ese objetivo, dado que los efectos secundarios que tuvo Hiran Ratan Manek fueron dicha, iluminación y cordura.
Todos sabemos que el Sol no es la única fuente de energía fluyendo a través de la Tierra. Y creo que el Sistema Solar está moviéndose a través de un “área” del universo cuya energía es de alta frecuencia. Si ésta área ha venido a nosotros, o si es una constante que cruzamos cada algunos miles de años, no tengo idea. Sin embargo está ocurriendo.
También sé que este particular campo energético representa una oportunidad gigantezca para que evolucionemos enormemente, como individuos y también como especie. Fue entonces que se me ocurrió que, si fuéramos capaces de acelerar conscientemente el cambio de nuestro ADN (como se hace a través del Sungazing), que resonáramos más puramente con éste nuevo campo de energía, o que fuéramos capaces de absorberlo, o utilizarlo más efectivamente, así realmente podríamos dar un salto.
Por supuesto que ésta no es una idea original; la activación del ADN es muy conocida en los círculos de ascención. Y, también, muchas culturas hablan de un “cuerpo de luz,” que será al que nos transformemos en el momento de ascender.
Y ésto es lo que estoy proponiendo. Que, como Sungazing, aceleremos nuestro cambio de ADN para vivir en un plano más elevado, o desde una vibración más alta…ahora. Por qué esperar, ¿verdad?
Por lo tanto, si seguimos el modelo del Sungazing, lo que necesitamos hacer es abrirnos y mirar al centro de la galaxia, de nuestro “yo superior” “Dios/Diosa”. Tradicionalmente, sabemos que ésta energía viene a través de nuestro chakra coronario. Por lo tanto, nos abrimos a ella. La “miramos” a través de nuestro tercer ojo y permitimos que se filtre en nuestro cuerpo energético (todos los chakras y aura). Ayuda el visualizarla como una luz brillante viniendo y encendiéndonos como una bombilla de luz. No necesitamos, verdaderamente, una “imagen” de cómo queremos que luzca nuestro ADN, porque en la actualidad somos incapaces de concebir todo su potencial. Por lo tanto, lo mejor es que si tu mente es muy activa, imaginar la luz asentándose en el espacio entre tus pensamientos, en el espacio entre tus moléculas, en el espacio entre tus átomos. Ve tan profundo como puedas. Llena todos esos espacios con esa brillante y hermosa luz.
INELIA BENZ EN ASCENSIÓN 101
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