QUÉ ES LA COMBUSTIÓN ESPONTANEA HUMANA?
Uno de los fenómenos que más incertidumbre causa entre los humanos por su inexplicable aparición es el llamado ‘Combustión Espontánea Humana’ (CHE). Las víctimas son devoradas por una llamas tan terribles que en pocos minutos la persona queda reducida a un montón de cenizas carbonizadas.
Estos casos han provocado un gran conflicto entre médicos, investigadores y científicos en cuanto a su origen y la posibilidad de que la causa estén el mismo cuerpo humano.
A lo largo de la historia se han dado varios cosas de la CHE. Uno de los primeros casos que fueron considerados bajo este término fue el que afecto a la condesa Cornelia Bandi, en 1731 en la ciudad de Verona.
Tras conversar varias horas con su doncella y cenar, la condesa se marchó a la cama. Por la mañana, cuando su doncella fue a despertarla vio que la habitación estaba cubierta de hollín y que en el suelo había un extraño líquido amarillo y grasiento que despedía un olor poco común.
La cama se hallaba intacta salvo por las sábanas revueltas, indicando que la condesa se había levantado. A un metro y medio de la cama había un montón de cenizas, dos piernas intactas con medias, entre las que yacían el cerebro, la mitad de la parte trasera del cráneo, el mentón y tres dedos ennegrecidos.
El caso de la condesa es el primero documentado de combustión espontánea. A pesar de los casos existentes, bien documentados y con testigos fiables, no es un fenómeno aceptado por toda la comunidad científica, quizás porque no se le ha encontrado una explicación satisfactoria, y sin embargo sabemos lo que es.
A este hecho se han sumado otros muchos a lo largos de los últimos tres siglos. Uno de los más recientes, sucedió en Londres en 1982. Jeannie Saffin, una mujer disminuída mental, ardió en llamas mientras estaba sentada en una silla de madera en la cocina de su casa. Su padre, que estaba sentado cerca, vio un destello luminoso. Al girarse hacia Jeannie, observó que estaba envuelta en llamas, pero Jeannie no gritaba ni se movía.
Su padre la empujó hacia el lavadero y llamó a su yerno, que corrió a la cocina para ver qué pasaba. Pudieron apagar las llamas, pero Jeannie murió más tarde en un hospital. El agente que hacía las averiguaciones no encontró ninguna causa aparente de lo que había pasado y así lo hizo constar. Dijo que los parientes de Jeannie creían que era una víctima de la CHE.
El veredicto fue muerte accidental, porque, como dijo más tarde el juez, la CHE no existe y muerte accidental es casi lo mismo que muerte por causas desconocidas.
Un caso relativamente reciente, considerado como un suceso presenciado por testigos, es el producido el 24 de Agosto de 1998 en Sydney (Australia). Jackie Parker recogió a su madre, Agnes Phillips, enferma de Alzheimer, de la residencia donde vivía. Mientras su madre dormía en el coche, aparcó para hacer unas compras. De repente vio salir humo del coche, y poco después una llamarada importante. Un peatón le ayudó a sacar a la mujer del coche, quien tenía graves quemaduras en casi todo el cuerpo, lo que provocó su muerte. La policía no fue capaz de determinar las causas del fuego.
Ninguna de las dos mujeres era fumadora, y la temperatura máxima de aquel día fue de 16 grados.
A pesar de los casos existentes, bien documentados y con testigos fiables, no es un fenómeno aceptado por toda la comunidad científica, quizás porque no se le ha encontrado una explicación satisfactoria, y sin embargo sabemos lo que es. a CHE se caracteriza por el extremo calor que genera, de modo que podemos distinguir el fenómeno de un incendio corriente.
Sin embargo, pese a conocerse sus característica, La combustión humana espontánea es ese tipo de hechos que, hasta que la ciencia no los explica, no existen y por tanto no son causa de nada.
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