Había una vez un ladrón al que el Juez ya le había puesto la soga al cuello. Cuando el Juez le preguntó si quería decir su última palabra, el pobre hombre dijo: “No pasa nada”. El Juez le dijo, “hombre, sí que pasa, lo vamos a ahorcar”. Entonces el ladrón dijo: “Esto puede ser un problema para usted, Señor Juez, pero no para mí, no veo el problema”. El Juez dio la orden y el verdugo movió la palanca. El ladrón estaba ya con los pies en el aire, dando bandazos, cuando dijo: “Creo que en realidad sí que pasa, ¿podemos hacer algo para cambiar la situación?”. El Juez le contestó: “Sí que podemos. ¿Prefiere que lo enterremos boca arriba o boca abajo”. Pero el ladrón ya no pudo decir nada más.
¿Hay algo en tu vida sobre lo que las personas cercanas te dicen que tienes un problema pero tú no lo ves? ¿Alguien te está diciendo que deberías revisar algo pero tú no lo aceptas? ¿Qué puedes hacer si ves que alguien cercano tiene un problema pero él lo rechaza?
VÍA SOLO CRECER
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