La felicidad tiene tres componentes. El primero se remonta a la infancia. Las personas felices tienen un condicionamiento cerebral que viene de los primeros años de vida, y que les permite ver oportunidades, donde otros ven problemas. Este condicionamiento del cerebro aporta cerca del 50% de la experiencia de felicidad.
El segundo componente son los bienes materiales y la cantidad de dinero que una persona posee, aportan aproximadamente el 10% de su experiencia de felicidad total. El restante 40% proviene de las decisiones que tomamos cada día. Si las opciones son solo para el placer añadirán muy poco a la felicidad, pero si las decisiones que tomamos dan lugar a la expresión creativa o a mejorar la calidad de nuestras relaciones, entonces seremos una persona más feliz. De hecho, las investigaciones demuestran que la forma más fácil de ser feliz es hacer feliz a alguien. Si quiere tener éxito en la vida, cree las condiciones para que otras personas puedan tener éxito. Se pueden conseguir todos los deseos personales haciendo felices a otras personas
VÍA BRISA ANDINA
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