jueves, 21 de febrero de 2013

El Cielo se está Cayendo ~ por Gillian MacBeth-Louthan‏





EL CIELO SE ESTÁ CAYENDO
El Pollito tuvo razón todo el tiempo, pues el Gran Espacio Exterior da a conocer su estado de ánimo y presencia. Nuestros corazones están con aquellos que experimentaron esta iniciación tan intensa para toda la tierra. La sangre que derramaron es nuestra sangre, puesto que todos somos uno en la luz universal. Como saben, algo ha cambiado y todos lo sentimos. Como vulnerables gatitos, buscamos hacia arriba cualquier depredador.
Sentí la energía del asteroide como un ojo en el cielo, no un ojo humano, sino como algo simplemente observando, tomando notas. Se sentía vivo, como una tortuga dentro de su caparazón. Con la cabeza metida en lo profundo, aparentando ser una roca. He tenido algunos sueños muy extraños mientras pasaba esta roca espacial. Nuestra presencia gravitacional ha sido alterada PARA SIEMPRE. Se nos ha escoltado hacia un anillo superior de la espiral de Fibonacci. ¿Qué podemos hacer? Bueno, considerando que estamos en la más intensa de todas las montañas rusas, lo único que podemos hacer es ser divinamente humanos y mantener los ojos abiertos. Se dice que nueva vida brota de los meteoros, que traen más ADN estelar que pulverizar en nuestra alma y suelo. No hay accidentes en el esquema universal de las cosas. Así como al conseguir un nuevo cristal, a la Tierra se le ha dado un nuevo conjunto de instrucciones desde el espacio profundo.
LA ILUSIÓN DE QUIETUD
Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan
Cuando finalmente entremos en nuestro próximo destino del tiempo, todos pareceremos estar atascados en el semáforo del yo, esperando que la luz cambie a verde. Cruzando los dedos, conteniendo el aliento, esperamos al margen que el universo nos dé la señal de avanzar. Nos detenemos sólo para pulir nuestros deseos, nuestras carencias y nuestras necesidades, buscamos constantemente la señal, la escritura en el cielo que diga: “Todo bien, el agua es segura pueden entrar, ahora pueden cruzar la calle de su vida hacia la siguiente fase de su viaje.” ¿Acabamos de pasar por eso con el asteroide y el meteorito?
¡Esperamos ansiosamente lo que en lo profundo de las entrañas sentimos que es realmente grande! Escudriñamos nuestro mundo, nuestros reflejos y nuestras intuiciones en busca de orientación cósmica. Sentimos que nuestras piernas son de plomo, inamovibles, manteniéndonos en la tierra del vacío, de lo sin forma y lo desinformado. Un lugar sin palabras, sin acciones, sin previsión. Nos lamemos las heridas sintiéndonos como un animal atrapado que no tiene por dónde escapar. Miramos a nuestro alrededor la economía, el gobierno, el mundo, y vemos que todos están detenidos ante el semáforo en una larga fila, esperando una señal. Muchos se cansan de esperar y se lanzan por su cuenta al vacío. Regresando desgarrados y destrozados y aún más confundidos.
¿Quién nos salvará, quién nos guiará, quién será nuestro mesías, nuestro presidente, nuestro comandante en jefe? Nos sentimos como si estuviéramos cautivos dentro del espacio y el tiempo, sentados en el lugar entre latidos del corazón. El silencio es muy fuerte; la energía del vacío silencioso es ensordecedora.
Por dentro, una vocecita susurra: “Espera querido, espera. Todo es invisible y está en estado embrionario en este momento. Espera hasta que cambie la marea, y llegue por fin a la orilla de tu corazón. No te lances a las aguas peligrosas por aburrimiento, por miedo, por necesidad. Espera a que la vida se revele, lo nuevo no está completamente formado. Aférrate a los sueños germinales dentro del corazón de tu alma. Ellos serán los frutos del futuro. Vas hacia un nuevo nivel de vida y luz.
Tu alma anuncia que es seguro cruzar el puente. No utilices excusas para volverte letárgico, deprimido y autocomplaciente. En este lugar en que te encuentras por el momento, teje los anhelos de tu corazón en un tapiz vibratorio de partículas subatómicas que están destinadas a abrirse paso hacia una forma sustancial. No te sientes como un pasajero en tu vida. Inhalas energías desconocidas que no parecen encajar en tu vida, en tu cuerpo, ni en tu pensamiento. Agárrate fuerte mientras remas a través de las grandes olas de tu vida hacia las aguas calmas pero poderosas de lo Nuevo. Suelta el miedo a caerte de tu vida monótona y a ser comido por los monstruos marinos. Navega a toda vela, sin miedo al fracaso. Sigue el mapa estelar de tu destino con precisión y luego espera a atracar en la nueva tierra que te brindará aún más de lo que imaginabas.
Tu espera en el vacío no es más que un viaje en ascensor de un piso de luz a otro. En toda la vida no es más que un guiño, un parpadear y un cabeceo. Ahora navega en tu hermoso barco hacia tu futuro desconocido, sin forma. Permite que tu brújula interna divina te dirija innatamente en la dirección de tu destino. La ilusión de quietud parece inquietantemente viva y temes que te devore su inmensidad, como quien navega hasta el final del río sólo para encontrar una gran cascada. Suéltate y permite que conduzca la divinidad dentro de ti. Es más vieja y más sabia y ha conducido desde el principio del tiempo. Permite que el verdadero yo, el alma, el Dios dentro de ti te lleve en una dirección de plenitud. El vacío tiene la capacidad de extraer lo que está en tu corazón y ayudarte a darlo a luz a la manifestación.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario