Quisiera comenzar este blog como comienzan todas esas historias felices, que vemos y hasta leemos en los cuentos de hadas, con un erase una vez… puesto que como todos tenemos derecho a un buen inicio también a un buen final.
Todos los niños recibimos un nombre, sea Juan, Pedro o tal vez Julián, aprendemos a caminar, hablar y hasta socializar, pero llega un momento en el cual tenemos que dejar nuestra fortaleza, nuestro hogar, para ir a un curioso lugar llamado escuela, allí nos formamos para la vida, y en teoría son los mejores años de nuestra vida, yo en lo particular no quiero ser pesimista pero no es una bonita época que todos cuentan, es un cuento de hadas que de pronto se vuelve un infierno y sin querer, terminas tu siendo el villano de ese cuento y todo por el simple hecho de ser distinto..
Sí, soy homosexual y lo supe desde hace mucho tiempo, podría decirse que bese al 70% de los niños de mi preescolar, pero yo no elegí ser así y puesto como me siento no me arrepiento de haber nacido así, pero parece que la sociedad, se ha encargado desde sus inicios en recalcarme que soy distinto, y que posiblemente no seré nunca “normal”, pero y si yo me considero normal, siendo como soy hay algún problema, bueno evitando divagar en el tema, en el colegio aprendí a madurar, a cerrarme poco a poco y quizás a dejar de sentir, a ver el mundo con unos ojos muy distintos a los míos, a ser alguien que quizás en verdad no soy, entre propagandas de jugos con lemas discriminativos como el “hayyy parchita…” y los golpes de mi padre, aprendí a ser machito desde carajito, a voltear cada vez que pasa una mujer con falda (aun cuando realmente no entendiera el significado de ello), a rascarme mis partes como si me picaran constante mente y a decir groserías como parte de mi vida cotidiana, pero aun cuando reprimas todo lo que puedas reprimir tarde o temprano termina por salir…
VÍA YO EVOLUCIONO
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