Ser estable emocionalmente deriva directamente de la madurez de una persona.
Querer gritar a morir, llorar desconsoladamente, temer hasta del perro, no son actitudes ni maneras de lidiar de una persona adulta.
La emoción definitivamente no tiene naturaleza compuesta y bien conducida; por el contrario, es el golpe impulsivo del deseo.
Una persona emocionalmente estable no se regula según sus afectos, los regula.
Realmente ser congruente y ser emocional tienden a hacerse ruido entre sí.
No hay peor abismo para una persona emocional que el no saber hacia dónde lo llevarán sus emociones.
Cuando el tiempo corre, la vida pasa y todo cambia, el emocional se agota de sentir; todo lo toca, todo lo afecta, todo lo quiebra.
Incluso el que vive de sus pasiones puede ser pleno y feliz por ello, muy a diferencia del emocional que se siente atacado por todo.
El apasionado asume la aventura, la vive, la aprovecha, acepta que es la historia que ha elegido y siente suyas las consecuencias.
El emocional inestable, considera que la ruta es una línea recta y se impacta profundamente por cada desviación que ocurre.
Ser estable emocionalmente requiere fortaleza interna, arraigada consciencia de sí mismo y real humildad.
Un emotivo empedernido, es un ególatra viviendo en su burbuja, las emocionas son suyas pero espera que otros se encarguen de ellas.
No se puede ir por la vida mirando tu ruta, los pasos que das, como los das y si otros te permiten o no pasar.
Existen mil millones de cosas más simples e igual de maravillosas y muchos más reales q los pensamientos y las emociones, para un emotivo no.
Un emotivo con el deseo de su emoción prometerá ser estable, será real, el problema es que durará hasta su próxima emoción.
Definitivamente requiere muchísimo más que contemplarse a sí mismo (carencias y virtudes), el lograr tener control de sí.
Lograr estabilidad emocional, es tocar la realidad y rechazar con rotunda fuerza la naturaleza y potencia de algunas afectos.
Ser estable emocionalmente implica ver siempre más allá de uno mismo, así como desde uno colocar las cosas en perspectiva
Es absolutamente innegable que una persona emocionalmente inestable sufre… El arraigo de las emociones en él. Sin embargo, al segundo siguiente puede decidir mirar la realidad y no lo hace.
El emocional siente tanto y por tanto tiempo, que en algún punto inconsciente no reconoce y hasta rechaza la estabilidad.
Ser emocionalmente inestable y mantenerse así, es como cavar un hueco en la tierra y a la vez irte enterrando con lo que sacas.
Lograr estabilidad emocional, lleva tiempo, paciencia, tolerancia, esfuerzo, constancia, todo lo que el emocional ansioso no tiene.
Lo difícil esta en recordar toda la entereza y realidad, en medio de momento dopante de la emoción.
Es de completa necesidad que el emotivo entienda que tiene un problema y grave ante el cual es totalmente vulnerable y lo será si no actúa.
Estar a merced de nuestros afectos no nos hace empáticos, ni agradables y mucho menos buenas personas; nos hace egocéntricos y egoístas.
Para cambiar, hay que reconocer el monstruo infantil que se apodera cuando le damos rienda a las emociones. Diría Freud: el perverso primario.
Al emocionalmente estable, lo felicito y admiro, eso se llama ser comprometido con su vida, su sanidad y su felicidad.
Al inestable emocional le digo con sinceridad, usted lo que está dando es pena por ahí, seguramente usted también tienes pena consigo.
Emocionalmente inestable, amárrese los pantalones y haga honor al regalo de vida que tuvo la suerte de recibir.
Emocionalmente inestable cuando termines de hacer tu show y te agotes de ti mismo, pide ayuda y seguramente recuperarás rápidamente tu sanidad.
En fin, estar en un polo o en el otro, requiere de una decisión y prepararse para vivir con ella.
VÍA YO EVOLUCIONO
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