Jesús demostró de una manera dramática que no hay destino inalterable. De acuerdo con su karma, Lázaro estaba destinado a morir en un día determinado. La ley se cumplió y Lázaro murió. Estaba destino a morir. Pero ni siquiera la muerte es irrevocable. Jesús pudo satisfacer la ley kármica y devolvió a Lázaro a la vida. ¿Cómo lo hizo? No dijo simplemente, ‘Ven hacia aquí.’ Jesús vio hacia donde había ido el alma de Lázaro después de abandonar su cuerpo y contactó con ella para traerla de vuelta. Pero no llamó al alma para devolverla a un cuerpo que había comenzado a descomponerse..(Juan XI:39) Jesús tuvo que crear de nuevo ese cuerpo; tuvo que revivir y recomponer el cuerpo antes de que el alma entrara en él. Sólo después de hacer eso pudo invocar a Lázaro para que volviera. De este modo, Jesús hizo dos cosas: Primero se situó a sí mismo -a su vida y a su poder divino- en el cuerpo de Lázaro. Así pudo trabajar con el karma de Lázaro: colocó el karma en su cuerpo. Después de liberar del cuerpo de Lázaro la causa de su muerte, renovó las células de su cuerpo para retornaran a la vida.
(‘La ley de los milagros puede ser realizada por un hombre que sabe que la esencia de la creación es la luz. Un maestro es capaz de proyectar en manifestación perceptible los ubicuos átomos de la luz. La forma de la proyección (lo que sea: un árbol, una medicina, un cuerpo humano) está determinado por el deseo del yogui y por su poder de voluntad y visualización.’ - Autobiografía de un Yogui, Capítulo 30, La Ley de los Milagros.)
De esta manera pudo Jesús revivir a Lázaro, aún y cuando las leyes naturales lo hacían imposible.
Si la bombilla de una lámpara se rompe la luz desaparecerá. A no ser que reemplaces la bombilla, no podrás devolver la luz. De la misma forma, si la luz del alma abandona un cuerpo, no puede volver si no es en la bombilla de un nuevo cuerpo, en una nueva encarnación. Pero los antiguos sabios sabían, al igual que Jesús, que un cuerpo destinado a morir puede ser revivido por aquel que sabe como hacerlo. Por supuesto, resucitar a los muertos es un caso extremo de alterar el destino; pero nos muestra que el hombre tiene poder incluso sobre la muerta - el destino inevitable.
Mahavatar Babaji también demostró el poder de devolver la vida. Un pretendiente a discípulo buscó a Babaji en el Himalaya, donde el gran maestro vive con algunos avanzados discípulos. El extranjero pidió ser admitido en el grupo sagrado, jurando que saltaría desde la montaña si su petición era rechazada. Babaji le dijo que no podía aceptarlo en aquel estado de desarrollo. El turbado devoto se precipitó por el precipicio mientras los demás devotos lo observaron con horror. Babaji les pidió entonces que recuperaran el cuerpo. Los discípulos obedecieron y colocaron el cuerpo sin vida a los pies del Mahavatar. El tocó el cuerpo, lo curó y devolvió al devoto a la vida. Mediante este acto de fe y devoción totales, el discípulo extrajo los últimos vestigios de mal karma que le hacían inapropiado para unirse al grupo de devotos de Babaji. El gran gurú le aceptó entonces como discípulo.
En otra ocasión, Babaji satisfizo la ley kármica atrayendo el karma de un devoto hacia él, mitigando así el poder de la muerte - lo cual solo un verdadero gurú tiene el poder de hacer. El Mahavatar estaba sentado junto aLahiri Mahasaya y otros discípulos. Ante ellos ardía un fuego ceremonial. De repente, Babaji tomó una ascua incandescente y golpeó con ella el hombro desnudo de un discípulo. Lahiri Mahasaya se extrañó y preguntó a Babaji por qué había hecho algo tan terrible. Babaji le miró y dijo :’¿Preferirías que hubiese empezado a arder ante tus ojos? Es su karma el que debía morir bajo las llamas. Golpeándole con esa brasa y tomando su karma le ha salvado.’Tales son las bendiciones que pueden ser otorgadas a aquellos que están en contacto con un verdadero gurú, un maestro divino. Aquellos que están en compañía de almas divinas, sinceramente y en espíritu- llegan a ser divinos.
(‘La ley de los milagros puede ser realizada por un hombre que sabe que la esencia de la creación es la luz. Un maestro es capaz de proyectar en manifestación perceptible los ubicuos átomos de la luz. La forma de la proyección (lo que sea: un árbol, una medicina, un cuerpo humano) está determinado por el deseo del yogui y por su poder de voluntad y visualización.’ - Autobiografía de un Yogui, Capítulo 30, La Ley de los Milagros.)
De esta manera pudo Jesús revivir a Lázaro, aún y cuando las leyes naturales lo hacían imposible.
Si la bombilla de una lámpara se rompe la luz desaparecerá. A no ser que reemplaces la bombilla, no podrás devolver la luz. De la misma forma, si la luz del alma abandona un cuerpo, no puede volver si no es en la bombilla de un nuevo cuerpo, en una nueva encarnación. Pero los antiguos sabios sabían, al igual que Jesús, que un cuerpo destinado a morir puede ser revivido por aquel que sabe como hacerlo. Por supuesto, resucitar a los muertos es un caso extremo de alterar el destino; pero nos muestra que el hombre tiene poder incluso sobre la muerta - el destino inevitable.
Mahavatar Babaji también demostró el poder de devolver la vida. Un pretendiente a discípulo buscó a Babaji en el Himalaya, donde el gran maestro vive con algunos avanzados discípulos. El extranjero pidió ser admitido en el grupo sagrado, jurando que saltaría desde la montaña si su petición era rechazada. Babaji le dijo que no podía aceptarlo en aquel estado de desarrollo. El turbado devoto se precipitó por el precipicio mientras los demás devotos lo observaron con horror. Babaji les pidió entonces que recuperaran el cuerpo. Los discípulos obedecieron y colocaron el cuerpo sin vida a los pies del Mahavatar. El tocó el cuerpo, lo curó y devolvió al devoto a la vida. Mediante este acto de fe y devoción totales, el discípulo extrajo los últimos vestigios de mal karma que le hacían inapropiado para unirse al grupo de devotos de Babaji. El gran gurú le aceptó entonces como discípulo.
En otra ocasión, Babaji satisfizo la ley kármica atrayendo el karma de un devoto hacia él, mitigando así el poder de la muerte - lo cual solo un verdadero gurú tiene el poder de hacer. El Mahavatar estaba sentado junto aLahiri Mahasaya y otros discípulos. Ante ellos ardía un fuego ceremonial. De repente, Babaji tomó una ascua incandescente y golpeó con ella el hombro desnudo de un discípulo. Lahiri Mahasaya se extrañó y preguntó a Babaji por qué había hecho algo tan terrible. Babaji le miró y dijo :’¿Preferirías que hubiese empezado a arder ante tus ojos? Es su karma el que debía morir bajo las llamas. Golpeándole con esa brasa y tomando su karma le ha salvado.’Tales son las bendiciones que pueden ser otorgadas a aquellos que están en contacto con un verdadero gurú, un maestro divino. Aquellos que están en compañía de almas divinas, sinceramente y en espíritu- llegan a ser divinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario