Una vez un padre de una familia muy rica, lleva su hijo a pasear por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres eran los campesinos, que vivían alrededor de su propiedad. Pasaron un dia y una noche completas en la destartalada casita de una familia muy humilde. Al concluir el viaje y de regreso a la casa en su flamante automóvil, el padre le pregunta su hijo:
- ¿Qué te pareció el viaje?
- ¡Muy bonito, papi!!
– ¿Viste qué tan pobre puede ser la gente? - insistió el papá.
– Sí - respondió el niño.
-¿Y qué aprendiste, hijo?- insistió nuevamente el padre.
– Vi, dijo el pequeño, – que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.
– Nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin.
- Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas.
– El patio de nosotros llega hasta la pared junto a la calle, ellos tienen todo un horizonte de patio.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo y su hijo le dijo:
-¡Gracias, papi, por enseñarme lo pobres que somos!
Relato anónimo Necesito de Todos, Necesito de Ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario