¿Eres testigo del Amor o lo sigues buscando en ti, en los demás, en el mundo, por no creerte merecedor/a? ¡Acaba con la autoflagelación! Cuando tu ego interpreta que vive en la carencia y en la falta reduce tu presente a un medio para conseguir un fin. Detente y hunde los pies en la tierra, levanta tu cabeza al cielo, abre los brazos y escucha los latidos de tu corazón. En silencio y desde el observador/a que hay en ti, que no juzga, no critica, no discrimina le das la bienvenida al misterio de la vida que te engendra. Encuentra la dignidad de aceptarte ahora tal como te sientes, sin justificarte, y en cada respiración abrázate con delicadeza. Ese es tu regalo, recíbelo. Te propongo aportar con humildad un regalo para la humanidad: lleva tus manos al corazón, visualiza en tu pecho la puerta de entrada a un templo sagrado y cuando te encuentres con la familia, amigos, enemigos, conocidos, desconocidos, imagina como abres esa puerta acogiendo a todos por igual.
Ismael Sáchez Riera
VÍA PLANO CREATIVO
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