Digamos que la persona a la que más amas acaba de recibir un disparo. Él o ella está tirado en la calle, sangrando y gritando. Un tipo se apresura a llegar y dice “Apártate.” Él mira de cerca la herida de bala y saca una navaja de bolsillo: va a operar ahí mismo.
“¿Eres un doctor?”, preguntas.
El tipo responde: “No.”
“Pero sabes lo que estás haciendo, ¿cierto? Eres un paramédico o…”
En este punto, el tipo se empieza a molestar. Te dice que es un buen muchacho, es honesto, siempre llega a tiempo. Te dice que es un hijo ejemplar y tiene una interesante vida llena de pasatiempos satisfactorios, mientras presume que jamás pronuncia malas palabras.
Confundido, reclamas “¿Pero qué carajos importa eso cuando mi (esposa/esposo/mejor amigo/padre) está tirado aquí en el piso sangrando? ¡Necesito alguien que sepa atender heridas de bala! ¿¡Puedes hacerlo o no!?”
El hombre se pone agitado – ¿por qué estás siendo superficial y egoísta? ¿No te importa ninguna de sus otras cualidades? ¿Acaso no acabas de escucharle decir que siempre se acuerda del cumpleaños de su novia? A la luz de todas las cosas buenas que hace, ¿realmente importa si sabe cómo hacer una cirugía?
En este momento de pánico, tomarás tus manos ensangrentadas y lo sacudirás de los hombros, exclamando “¡Sí! ¡Te estoy diciendo que nada de esa mierda importa, porque en esta situación específica, necesito alguien que pueda parar la hemorragia, pedazo de alcornoque!”
Así que aquí está mi terrible verdad acerca del mundo adulto: Tú estás justo en esa situación todos los días. Sólo que eres el tipo confundido con la navaja de bolsillo. Toda la sociedad es la víctima que yace en el suelo, sangrando.
Si quieres saber por qué la sociedad parece evitarte, o por qué parece que no obtienes respeto alguno, es porque la sociedad está llena de gente con necesidades. Necesitan casas donde vivir, alimentos para comer, entretenimiento, relaciones sexuales que los dejen satisfechos. Llegaste a la escena de esta emergencia, sosteniendo tu navaja de bolsillo, en virtud de tu nacimiento: en el momento en el que llegaste a este mundo, te hiciste parte de un sistema diseñado solamente para atender las necesidades de las personas.
Ya sea que cubras estas necesidades aprendiendo un conjunto único de habilidades, o el mundo te rechazará, sin importar cuán amable, generoso y educado seas. Serás pobre, solitario y te dejarán afuera en el frío.
¿Esto suena mezquino, grosero o materialista? ¿Qué hay acerca del amor y la bondad? ¿Acaso eso no importa? Por supuesto. Mientras resulte en algo para otras personas que no puedan obtener en otro lugar
6 terribles verdades que los harán una mejor persona
DAVID WONG
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