Estamos en pleno apogeo prenavideño y, aunque para algunas personas es una época alegre y emocionante, muchas otras se agobian y lo consideran un período estresante e incluso deprimente. ¿De qué lado estás tú?
Si estás tan ocupada y pendiente de cada detalle que te agobias y olvidas lo importante (disfrutar), si desatiendes tus propias necesidades sólo porque son unas fechas determinadas, estas cinco recomendaciones te serán útiles para eliminar el agobio y empezar a disfrutar:
Date un capricho todos los días. Este año, asegúrate de que sacas tiempo para ti y de que todos los días tienes algo que esperar con ganas. Todos los días. Ya lo he mencionado en otros artículos, un paseo, un rato leyendo, un baño relajante, salir con amigos o con tu pareja, ver una película, lo que más te guste y te relaje. No tiene que ser caro y no tienes que emplear mucho tiempo, con 10 minutos basta. Por supuesto si puedes estar más tiempo mejor : ) Hazlo y notarás la diferencia en la energía que tienes.
Usa el filtro de la satisfacción. Haz solamente aquello que te proporcione alegría y satisfacción, que te haga sentir bien. Parece fácil ¡pero no lo es! Solemos aceptar invitaciones e ir a sitios donde no queremos ir, o hacemos actividades que no sólo no nos satisfacen sino que nos estresan. A partir de ahora, y especialmente en estas fechas de compromisos, acepta sólo lo que sepas que vas a disfrutar. Pregúntate “¿Realmente quiero hacer esto? ¿Me va a proporcionar algún tipo de satisfacción? ” Si no es así, recházalo (y recuerda, no estás rechazando a la persona, sino a la circunstancia o actividad específica, es importante que no se te olvide esto). Deja de hacer cosas que no quieres hacer (sí, eso puede incluir enviar 100 felicitaciones navideñas o hacer una cena para veinte personas, a menos que realmente disfrutes con ello). Si solo haces cosas que te hagan sentir bien, disfrutarás como nunca de estas navidades. No pienses que es imposible y que tus circunstancias son especiales, siempre hay formas diferentes de hacer las cosas, encuentra la que te satisfaga más. Pide ayuda, delega, contrata a alguien, cambia tradiciones… La cuestión es hacer las cosas que realmente quieres hacer (y sí, eso incluye a veces hacer cosas que no te apetecen pero que sabes que son importantes para un ser querido y lo haces con gusto por ellos, por tanto, quieres hacerlo).
Olvídate de la perfección. Especialmente en estas fechas es importante aceptar que es imposible que todo salga perfecto y según tus planes, y está bien. Hazlo lo mejor que puedas y no te desesperes si a tu primo no le gusta tu regalo o si la cena no sale como habías planeado. Recuerda que lo importante es pasarlo bien, a ser posible con la compañía de tu familia y, si eres creyente, celebrar las tradiciones navideñas y recordar el verdadero significado de la Navidad. Mantén la perspectiva.
Redescubre o redefine las fiestas. ¿Qué es lo que hace de la Navidad algo especial para ti y tu familia? ¿Cómo puedes hacer que este año sea realmente especial? Pregúntate a ti misma y pregunta a tus seres queridos que es lo que más disfrutan en esta época. Puede que descubras que no es lo que esperabas, quizá no les importe tanto qué hay de cena y disfruten más adornando el árbol. Averigua qué os gusta y céntrate en eso, incluso puedes comenzar nuevas tradiciones. Te sentirás mejor, te estresarás menos y simplificarás las cosas.
Regálate unas vacaciones. Aunque solo sean unos días para estar con tu familia o disfrutar y relajarte de la manera que quieras. Especialmente si te cuesta desconectar o no eres capaz de descansar sin sentirte culpable, date ese placer y disfruta de estas bien merecidas vacaciones.
Es fácil dejarse involucrar, perder la noción de lo que realmente quieres y acabar deseando que pase de una vez la Navidad, pero está en tu mano cambiar eso. ¿Qué vas a hacer diferente este año para empezar a disfrutar?
Aida Baida Gil
aida@coachdelaprofesional.com
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