LA PALABRA DIARIA
Lunes
14 de noviembre del 2011
Curación
Acepto mi plenitud y salud con gratitud.
Se me ha dado un gran regalo —el regalo de mi cuerpo físico. Este cuerpo es la habitación de mi espíritu y de mi alma. Demuestro gratitud por este regalo al tratar a mi cuerpo con amor y respeto. Cuando soy tentado a caer en hábitos o maneras de ser que no apoyan mi mayor bien, determino ir más arriba. Presto atención a la sabiduría de mi cuerpo templo. Mi voz interna me guía a tomar decisiones que afirmen y apoyen la vida en mí.
Pienso y hablo de manera positiva y edificante. Me visualizo saludable y perfecto. Cada célula de mi cuerpo responde a mis palabras y pensamientos amorosos y pacíficos. Con gratitud y gozo acepto que la curación y la salud son mi herencia divina.
“Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca”, dice Jehová. “Yo lo sanaré”.—Isaías 57:19
La palabra diaria © por Unity® 2011
Extraído de la WEB:
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