Los Humanos han aprendido que si son negativos, consiguen atención.
“¿Cómo estás hoy?”
“No muy bien.” (Atención inmediata.)
Mezclémosle un poco de drama:
“¿Por qué?”
“Porque sucedió algo.”
“¿Qué pasó?”
“Pasó esto, pasó aquello... cosas malas.”
Muy a menudo es un mal hábito, pero les dice a las células cómo se sienten, ¡ya que ellas también están escuchando! Refuerza la energía negativa. ¿Hay alegría allí? A menudo no. Si no la hay, entonces no hay amor a sí mismo.
¿Quién quiere hablar con un quejumbroso o alguien que está en el drama todo el tiempo? ¿Acudirían a esta persona por ayuda en su búsqueda espiritual? Sin embargo, muchos de ustedes afirman tener espiritualidad, pero andan con una nube negra que los rodea todo el tiempo. ¿Cómo puede ser esto?
Todas las cosas que he mencionado hoy son sólo una escala de procesos. Pueden tener tanta información académica e intelectual como puedan acarrear, pero si no tienen alegría, no son más que un libro con palabras que permanecen ahí sin ser leídas.
¿Quizás eventualmente consigan un pedazo de papel que diga que se graduaron y que comprenden todo lo que enseña Kryon? Pero los ángeles que los rodean llorarán de dolor, porque nunca comprendieron al pequeño niño interior. Ése es el secreto de la maestría: comprender la emoción del amor por uno mismo y la energía que crea.
Miren más allá del rostro en el espejo y vean la belleza de Dios en ustedes. Mientras se miran a sí mismos, amen eso. Poco a poco, empezarán a amarse a sí mismos. ¿Se atreven a ser amados así esta noche? ¿Se atreven a abrir su corazón y sentir estas cosas? ¿Por qué no? ¿De qué tienen miedo? ¿Piensan que va a doler? ¿Es culturalmente inapropiado?
Amor por uno mismo. Eso es lo que los maestros tenían y que no se puede aprender con pasos ni procesos ni con la mente intelectual. Tienen que llegar a serlo.
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