Aquí algunas sugerencias para mantener y cultivar nuestra curiosidad e interés por el mundo:
Poner atención a los detalles de nuestro particular mundo cotidiano.
Aprender cada día una nueva palabra.
Leer cada día un artículo completo del diario.
Preguntarle a un compañero de trabajo algo que no sepamos sobre su vida.
Tomar un camino diferente del que normalmente usamos para ir a un lugar.
Hablar con una persona desconocida en la cola del supermercado o en la parada.
Visitar una zona de nuestra ciudad que no conozcamos bien, o un pueblo cercano.
Pedir a nuestros padres que nos cuenten cosas de su infancia.
Pedir a nuestros hijos que nos envíen un enlace de internet que les parezca interesante.
Pedir un libro prestado a un amigo.
Cocinar una receta nueva en casa o comer un plato desconocido en un restaurante.
Las posibilidades de motivarnos, de fomentar nuestra curiosidad y de matar el tedio son ilimitadas, se trata de encontrar las nuestras. La clave está en permanecer abiertos a la experiencia cotidiana y convencernos de lo que realmente mató al gato no fue la curiosidad sino el aburrimiento.Extracto de la revista: “Mente Sana”.Margarita Tarragona.
Yo no podría, a ninguna edad, ser feliz estando sentada junto a la chimenea y simplemente mirar. La vida fue propuesta para ser vivida. La curiosidad debe mantenerse viva. Uno no debe nunca, por ninguna razón, volverle la espalda a la vida. Eleanor Roosevelt.
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