"...sea lo que sea aquello con lo que te encuentres, primero intenta hallar las causas en tu interior. No te preocupes acerca de por qué los demás son egoístas. Deja que lo sean si así es. Ya soportan suficientes castigos a causa de sus egos;... No has de preocuparte por ello.
Siempre que ves que alguien es egoísta, vuélvete inmediatamente hacia ti mismo, cierra los ojos e intenta descubrir la causa en ti. Eso te ayudará. Si descubres una causa en ti mismo, podrás soltarla, podrás transformarla. Y si llegas a desembarazarte del ego, de repente te sentirás inmensamente dichoso.
¿Para qué preocuparse de lo que hacen los demás? Piensa en ti. Sé un poco más interesado. Estás intentando ser demasiado desprendido, demasiado altruista. Sé un poco más interesado. Piensa en tu propio ser y en cómo desperdicias tu vida.
Aquello con lo que te cruzas, sea lo que sea, es muy probable que acabes descubriendo que oculto en las profundidades de tu ser resulta ser tu problema.
Considéralo de esa manera. Siempre que te enfadas no es porque los demás han creado cólera en ti. Ya estaba allí; debe haber permanecido en un estado latente. Los demás sólo pueden provocar lo que ya está ahí. Sus insultos no pueden provocar cólera en ti. Si no está ahí, los insultos no pueden crearla. Los insultos sólo pueden hacer que salga lo que ya está ahí. La cólera no ha sido creada por nadie más; está o no está. Y si nadie es responsable de esa cólera, entonces empezarás intentando hallar alguna excusa.
La revolución es la consciencia. La consciencia es transformación. Así que vuélvete consciente interiormente".
Osho, Nirvana, la última pesadilla. Charlas sobre el zen
No hay comentarios:
Publicar un comentario