Atrévete a abrir la ventana, deja fluir el aire de las hojas y frutos del sol. Allí está el horizonte, no dentro. Inspira el aire, para eso está.
A veces, uno no se ATREVE a abrir la ventana e inspirar el aire que fluye. Guardamos miedos, no nos atrevemos, ni siquiera nos atrevemos a vivir … Lo más cómodo es no lanzarse al vasto y conformarse con lo habitual, con lo prescrito, con lo formal y lo estipulado.
“Y a la verdad habrá tiempo
Tiempo para ti y tiempo para mí;
y tiempo aún para cien indecisiones
y para cien visiones y revisiones
antes de que tomemos una tostada y té
¿Me atrevo a perturbar el Universo?
En un minuto hay tiempo
para decisiones y revisiones que un minuto trastocará.
Y a la verdad habrá tiempo
para preguntarse, “¿me atrevo?” y “¿me atrevo?”
Tiempo para volverse atrás y bajar la escalera”
T. S. Eliot
Mucha gente ni siquiera llega a pensar en alcanzar la felicidad. Se queda estancada pero, a lo mejor, algún día, se atreve a asomarse por la ventana o por la puerta de su vida y, a lo mejor, dar un paso. Sin saberlo, ese paso probablemente sea un paso hacia la felicidad!
Maru Canales
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