No avanzamos en la vida soñando con un maravilloso futuro o recordando las proezas que hicimos en el pasado. Avanzamos siendo lo que somos y sintiendo hasta el fondo lo que nuestra vida es ahora mismo. Tenemos que sentir nuestra ira, nuestra pena, nuestros fracasos, nuestros temores; todos ellos pueden ser nuestros maestros cuando los aceptamos sin huir de ellos. Cuando nos escapamos de la realidad, no podemos aprender, no podemos crecer. Y no es que esto sea difícil de entender, es difícil de hacer. Los que perseveran son los que avanzan en sabiduría y compasión.
¿Hasta cuando dura este ejercicio?
Para siempre.
Charlotte Joko Beck.
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