Dejando de Reaccionar
Entonces, cuál es esta estrategia que aprendemos para derrotar la falsa personalidad. Para comenzar, es la estrategia de no reaccionar. La falsa personalidad nos ataca en medio de la noche lanzándonos granadas de problemas. Aquí tenemos varios ejemplos: 1. “esa factura está vencida y no tienes el dinero para pagarla. Lo perderás todo. Eres un gran perdedor.” 2. “Ese empleado te está robando. El va a destruir tu negocio y tu eres muy débil y tonto para ponerle fin”. 3. “Ese bulto en tu cuerpo es preocupante. A lo mejor es cáncer. El Tío Jorge murió de cáncer a tu edad. Debías preocuparte bastante”. 4. Ese sonido extraño en el motor del coche probablemente es un gran problema. Te va a costar miles de pesos que no tienes. Tienes un gran problema”. 5. “Marta probablemente tiene un romance. Ella regresó tarde a casa anoche y te está ignorando. Parecía verdaderamente culpable. Ella es toda una ramera y deberías odiarla. Tu matrimonio se terminó. De todas formas tu no podías retener a nadie. Tú apestas”.
¿Entienden la idea? Estos pensamientos vienen espontáneamente. Aparecen y su mente los atrapa y comienzan con una serie de preocupaciones que los dejan sintiéndose ansiosos, deprimidos e indefensos y desesperanzados. Son granadas que les tiran a ustedes para que el parásito pueda alimentarse de las emociones reactivas de ustedes. La clave es no reaccionar. En su lugar adoptan una estrategia de simple observación, respondiendo con, “Oh, no me digas”. No juzguen el asunto como bueno o malo, correcto o incorrecto. No respondan tratando de resolver el problema o cambiar lo que ocurre. Adoptan una conducta de neutralidad como un consejero matrimonial que escucha las quejas de la pareja pero no toma partido. Ustedes hacen un escrutinio detallado de sus sensaciones corporales y notan la tendencia más leve a la reacción en algún lugar de su cuerpo. Observan con honestidad descarnada cualquier pensamiento innecesario, emociones inapropiadas, hábitos, tensión innecesaria. Relajan el estomago y entonces relajan cualquier área del cuerpo que se esté tensando. Ahora están practicando una técnica chamánica denominada “No Hacer”. Están deshaciendo cualquier cosa que el parásito esté tratando de hacerles. Sí, está haciendo algo pero es una acción mínima. Si ustedes tienen éxito al no quedar atrapados en el acto de la reacción han utilizado exitosamente una poderosa práctica chamánica denominada “Detener al Mundo”. Ustedes declaran una tregua, no hacen nada. Han detenido al mundo cotidiano y están experimentando simplemente la presencia de la esencia de ustedes ante esta agresión. El parásito se aburre rápidamente y se va ya que obviamente no hay nada que comer. Regresará. Regresará 10 000 veces, pero eventualmente no volverá más. Ese día será un día para el cual merece la pena trabajar. Es el día en el que el Buda declaró la victoria bajo el Árbol Bodhi de la iluminación espiritual. El se sentó y se sentó y practicó el No Hacer. El detuvo al mundo una y otra vez. El fue capaz finalmente de declarar a su psiquis como una zona libre del parásito para siempre. Cada uno de nosotros debe hacer eso eventualmente y así termina el juego.
Hay una gran oportunidad para practicar No Hacer y Detener al Mundo en su vida cotidiana. Sin embargo, si quieren practicarlo más específicamente pueden hacerlo de diversas maneras. Pueden ver deliberadamente una película perturbadora y practicar el No Hacer al observar diversas escenas diseñadas para que ustedes reaccionen. Una segunda práctica consiste en seleccionar un video juego emocionante en el que ustedes tengan que navegar en una ruta llena de obstáculos y si colisionan con algo mueren. Mi favorito es el popular juego ‘Temple Run’ que pueden jugar en su teléfono inteligente. El desafío consiste en no sentir tensión, relajar el estómago haciendo todos sus movimientos rápidos de manera neutral y calmada. Ustedes se despeñarán por el acantilado, golpearán el terraplén, serán comidos por el gorila que los persigue o golpearán los lanzallamas con regularidad y llegarán a observar como surgen estos sentimientos de atropello o abatimiento con cada error que cometan. Poco a poco serán capaces de jugar sin ninguna fuga de energía, sin alimentar al parásito, sin drama. ¿Significa esto que ya no hay diversión? No. Hay un gran placer en sentirse totalmente efectivos navegando magistralmente en un trayecto sin tensión. Esto también se aplica a la totalidad de nuestras vidas. El hecho de que seamos el Buda no quiere decir que la vida no sea divertida.
por José L. Stevens
http://www.thepowerpath.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario