Es imperativo para tu bienestar que te des permiso de alejarte de cualquier cosa que te esté causando dolor.
Esto se aplica a personas, lugares, trabajos y especialmente a nuestros propios comportamientos.
Nadie más puede sacarnos de nuestra negatividad. Tenemos que hacerlo nosotros mismos, para nuestro propio bienestar. Entonces, podemos comenzar a llenar ese espacio con aquello que nos da energía positiva. Es allí cuando vemos un cambio milagroso en nuestras vidas.
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