Al entrar en el 2013, cada pulgada nuestra parece confundida, ¿estamos llegando o nos estamos yendo, moviéndonos o quedándonos? El 2012 nos dejó en un hueco dimensional, por así decirlo. Hemos buscado percibir la verdad de todo eso. ¿Estamos acá o allá? ¿Cambiamos? ¿Es así como se siente? ¿Lo hicimos bien? La percepción humana es nubosa con probabilidades de lluvia. Un enorme gris tiene lugar en el reino mientras el negro y el blanco se desdibujan en el vacío. Lo veamos o no, todo se siente. Este año acompaña a la humanidad hacia portales de pensamiento más allá de la percepción presente del tiempo, el espacio, la luz y el sonido.
Su esencia nunca ha sido limitada y lineal, su espíritu le pertenece a todos los mundos, a todos los universos y a todos los niveles de luz. La luz es su hermana, los asteroides son sus primos lejanos. Todo lo de esta existencia fue cocinado en la misma olla cósmica a fuego lento. Ustedes vinieron de la misma sopa cósmica con los mismos ingredientes y ancestros cósmicos. En este momento en la Tierra el Universo les pide a sus hijos que completen, que terminen lo que está deshecho, invisible, ya sea patineta o teléfono celular, la completitud se llama a sí mismo a casa. La luz de la completitud permite que toda forma de vida capturada sea liberada hacia la creación concluida. Como una bocanada de aire puro luego de una larga siesta invernal, la vida es aspirada de nuevo a la vida.
Es hora de ver qué está incompleto en uno mismo y en la vida, de sentarse y mirar realmente lo que todavía está sin concluir. Dentro de cada situación incompleta reside una poderosa fuerza de vida pulsante. Esa fuerza de vida ha tomado la forma de todo lo que necesita ser completado, sea animado o inanimado. Ya sea pensamiento u obra. Su pasión por la vida está atascada y necesita lubricante. La vida apura a los niños, abróchense el cinturón de seguridad, sujétense por su vida. Lo que está sin terminar los obsesiona mientras se escapan tratando de “completarse” a sí mismos.
Las personas comentan que no tienen suficiente energía o fuerza vital o deseo de hacer esto o aquello, olvidándose que ellos están hechos de la misma materia (algo diluida) que el Padre Celestial. La mayoría de las personas tienen mucha más energía de la que están mostrando en sus perfiles de luz. Su fuerza de vida está atada en sueños y excusas. Las cosas que quieren hacer pero por alguna razón (o excusa) no se permiten experimentar. Den un paso atrás y vean cuánta fuerza de vida mantienen cautiva en la inacción.
Decreten en voz alta la conclusión de todo lo que está sin terminar en su vida. ¡Véanlo hecho! Denle permiso a sus sueños para nacer en el gran vacío del 2013. Visualicen la fuerza de vida interior llenándolos con una luz poderosa y llamativa que se extiende a través de la eternidad.
Gillian MacBeth-Louthan
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