Mulla Nasrudin es un barquero. Un día el hombre que transporta en su barca es un gramático. En el curso del trayecto, este último le pregunta:
- ¿Conoce usted la gramática?
- No, en absoluto –responde Mulla sin dudarlo.
– ¡Pues bien, permítame que le diga que ha perdido usted la mitad de su vida! –replica con desdén el sabio.
Un poco más tarde, se desatan unos fuertes vientos y la barca es tragada por las aguas. Justo antes de naufragar, Mulla le pregunta a su pasajero:
- ¿Sabe usted nadar?
- ¡No! –responde este último aterrado.
- ¡Pues bien, permítame que le diga que puede dar toda su vida por pérdida!
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