Lo nuevo requiere tiempo para llegar y muchos abandonan demasiado pronto. Cuanto más alto el objetivo más grande el paso que se ha de dar para conseguir lo que se desea. Esto es así porque se deben dar determinados pasos y ocurrir ciertos acontecimientos para ir del punto actual al proyectado. Puedes elaborar tus energías para acelerar este proceso, tal como se describe en el Paso Nº 6 de la Magnetización General. Esperando la llegada de lo nuevo, afirma tu confianza, desarrolla tu valor y aprende a dar los pasos y las acciones que te son indicadas desde dentro.
También es importante que las cosas aparezcan en su momento apropiado ‑ cuando estés preparado para ellas. Si lo que deseas llega demasiado pronto, la situación podría no permitir su pleno florecimiento. Si llega demasiado tarde, podrían haber pasado las oportunidades necesarias para su pleno desarrollo. Sería como una semilla que decide brotar en medio del invierno; seria demasiado pronto para la planta y el brote podría ser demasiado débil para sobrevivir. Si la semilla esperara el verano para brotar, podría faltarle tiempo para su pleno desarrollo antes del otoño y el invierno inminentes. El momento es muy importante y tu yo superior te lo dará todo en el momento apropiado.
Si vuelves a pensar en algo que deseaste y que no pudiste conseguir, probablemente veas que no te habría sido útil en aquel momento. Algunas de las cosas que se quieren crear podrían convertirse en obstáculos si el momento o la forma de su creación fueran inapropiados. Más adelante, necesitarías deshacerte de ellas. El tiempo y la energía necesarios para ello podrían distraerte de tu camino.
La confianza es importante. En vez de esperar resultados inmediatos, ten presente tu objetivo y trabaja para conseguirlo. No siempre entenderás hacia dónde te conducen los consejos de tu interior y algunas de las acciones sugeridas no producirán los resultados esperados. Confía en que tus mensajes internos te llevan hacia tu meta, aunque no sepas cómo en un momento dado. Confía en recibir todo lo que has deseado si es para tu bien superior, y que todo lo que acontece te ayuda a atraerlo hacia ti. No valores los resultados de tus esfuerzos por el dinero que te puedan aportar sino por el amor que sientes por lo que haces y los valores con los que contribuye tu actividad a tu vida. Siguiendo siempre los consejos de tu interior y haciendo cosas llenas de significado, podrás crear tus sueños.
Cada uno de los acontecimientos vividos durante el viaje hacia la creación de la abundancia, ocurren para ayudarte a desarrollar las cualidades necesarias para la atracción y posesión del dinero. Recuerda los momentos en los que confiaste; quizá tuvieras unos aprietos peores a los actuales. Quizá no tenías idea de cómo pagar tus facturas y, sin embargo, confiaste y saliste adelante. Si confías en la llegada del dinero y éste no aparece, piensa que los acontecimientos apuntan hacia tu bien superior incluso si no entiendes el porqué en este momento. La falta de algo te puede impulsar hacia nuevas áreas de desarrollo.
Te encuentras en vías de conseguir lo que has pedido o es posible que ya hayas recibido su esencia. Todo lo que atraes hacia ti puede enseñarte algo y contribuir a tu vitalidad y desarrollo. No siempre hacen falta resultados tangibles para darte cuenta de ello. Puedes aprender las lecciones con sólo imaginar que tienes algo, sin necesidad de crearlo en la realidad física. Si no has recibido todavía lo que intentas magnetizar, observa su esencia y piensa si no la has recibido ya, de alguna manera. Revisa el verdadero propósito de lo deseado y piensa si no se ha cumplido ya de algún modo.
Si lo que quieres o deseas ha de servir realmente tus propósitos superiores, lo recibirás. No te martirices pensando que no te esfuerzas lo suficiente o que tu capacidad de manifestación sufre alguna deficiencia inherente. En vez de ello, piensa que éste es un universo de amor y que las únicas cosas que, deseándolas, no aparecen son las que no sirven tu bien superior o que no tienen formas apropiadas para este momento de tu vida.
Sanaya Roman y Duane Packer
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