sábado, 26 de enero de 2013

Nuestro tercer miedo universal: Entrega y Confianza.



¿Alguna vez ha tenido una relación de cualquier tipo en donde su nivel de confianza fue de tal magnitud que fue capaz de entregar su ser individual a cambio de una sabiduría mayor?

Para ser bien claro, no estoy sugiriendo que entregue todo su poder en cualquier situación.

Por el contrario, la experiencia que estoy preguntando es si ha tenido un sentido tan fuerte de lo que usted es, que se permitió liberarse de sus creencias respecto a qué debería o quién debería ser a cambio de una posibilidad mucho mayor de lo que usted podría llegar a convertirse.

Casi umversalmente, existe el sentimiento en nuestro interior de que no es seguro hacer algo así, no es seguro confiar en los demás, en la sabiduría de nuestros cuerpos o en la paz del mundo. ¿Y por qué deberíamos pensar distinto? No tenemos más que ver las noticias vespertinas para encontrar miles de razones para justificar nuestros sentimientos. Cada día vemos ejemplos de conductas que parecen justificar e incluso perpetuar la sensación de que vivimos en un mundo atemorizante y peligroso. Desde el terror, los asesinatos y los asaltos que vemos en el mundo en general, hasta las violaciones de confianza y las traiciones que experimentamos en nuestras vidas personales y la minada de asuntos de salud que observamos a diario, este planeta llamado "hogar" puede ciertamente lucir como un lugar terrorífico.

A fin de cuentas, nuestro sentido de seguridad en el mundo debe provenir de la seguridad que sentimos en nuestro interior. Para experimentar esto, debemos confiar, debemos preguntarnos si tenemos fe en la inteligencia del universo que está inherente en todas las situaciones y en toda la vida. Si nuestra respuesta a esta pregunta es negativa, debemos entonces preguntarnos, ¿por qué? ¿Quién o qué experiencia nos enseñó que nuestro mundo no es seguro y que no debemos confiar?

Por ejemplo, ¿cree usted en el proceso de la vida? Cuando descubre que el universo le ha lanzado inesperadamente una pelota en curva a usted, a un ser querido o a su mascota, ¿se refugia en el reproche para sentirse protegido? Cuando sus hijos salen de casa cada mañana para ir a la escuela, ¿se preocupa de que algo malo pueda ocurrirles, de que no estén seguros? ¿O sabe que ellos están a salvo hasta que siente la dicha de recibirlos en casa cuando el autobús de la escuela los traiga de regreso a las 3:30 de la tarde?

Aunque todas las cosas temibles que vemos que ocurren a nuestros alrededor son ciertamente parte de una realidad, la clave para invalidar nuestros miedos es que estos no tienen necesariamente que ser parte de nuestra realidad. Aunque puede parecer una ingenua filosofía de la Nueva Era, en verdad es una creencia muy antigua que ha sido ahora comprobada por la ciencia más avanzada. Sabemos que la Matriz Divina existe, reflejando en nuestras vidas lo que pensamos, sentimos, expresamos y creemos en nuestros corazones y mentes. Estamos conscientes de que un giro sutil en la forma en que nos vemos es lo único necesario para que ese cambio se refleje en nuestra salud, carrera y relaciones. Y aquí es en donde se vuelve aparente la absurda naturaleza de este ciclo vicioso del miedo.


* Clave 18: La raíz de nuestras experiencias "negativas" puede reducirse a uno de los tres miedos universales (o a una combinación de ellos): abandono, baja autoestima o falta de confianza.


Si deseamos que algo cambie, debemos romper el ciclo y entregarle algo distinto a la Matriz para que ella lo refleje. Suena sencillo, ¿no es así?. Puede ser engañosamente simple, puesto que cambiar la forma en que nos vemos es quizá la práctica más difícil con la que nos hemos enfrentado en nuestras vidas. Debido a nuestras creencias internas, experimentamos en nuestro mundo externo la gran batalla que se está librando en el interior de todos los corazones y las mentes de cada persona que vive la lucha que define lo que creemos que somos.

En presencia de todas las razones para no confiar, nos han pedido que encontremos la forma de escapar de la prisión en donde nos han encerrado nuestros miedos. Cada día, las experiencias de la vida nos piden que nos demostremos cuánto somos capaces de confiar... no confiar ciegamente sin razón, sino realmente sentir la seguridad y la protección que son nuestras en el mundo.




Extracto de La Matriz Divina.
Gregg Braden.


VÍA TRABAJADORES DE LA LUZ

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