"Para el buen desarrollo de los humanos, los éxitos no siempre
son deseables. Evidentemente, si alguien es débil e
insignificante, es mejor que no encuentre grandes obstáculos en
su camino porque en caso de fracaso, ya no se levantará. Pero si
es fuerte, los fracasos le reforzarán aún más; la adversidad,
los enemigos, le darán energías como si fueran para él un
alimento, y un día se volverá invencible.
Desgraciadamente, no hay demasiada gente que prosiga
valientemente su camino a pesar de los obstáculos y las
adversidades: la mayoría pronto se desalientan, se aniquilan.
Para obtener fuerzas en la adversidad, es necesario poseer ya una
gran riqueza interior. Incluso, en algunas ocasiones, es el Cielo
quien envía pruebas a algunos porque conoce su naturaleza: sabe
que para llegar a la cima, es necesario que superen grandes
dificultades. Mientras que a otros los cuida porque si no todo se
acabaría rápidamente para ellos. El Cielo actúa pues de forma
diferente en función de los seres. Es por ello que es difícil
pronunciarse sobre el destino de los humanos: a menudo, sus
pruebas parecen como trabas impuestas por el Cielo, mientras que
son, por el contrario, buenas condiciones que se les da para que
consigan elevarse hasta la cima. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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