Mi amiga y colega Mary MacNab, con la que trabajo en Mas Allá del Misticismo, recientemente adquirió la serie de charlas "Rules of Engagement" y acerca de una de las charlas me escibió algo tan simpático que se los quiero compartir, no sólo porque es simpático, sino también muy cierto!
Mary menciona el siguiente fragmento de charla:
"El PODER,incluso el término "el poder" lleva una fuerte carga de emoción y ego, la palabra y el concepto de´trás estan muy cargados. Todo el paradigma actual, del que ya estamos de salida, se basa en PODER por encima de los demás. La sociedad que hemos forjado se ha basado en el poder tanto sobre otros, como sobre el medio ambiente. Estos se consideraron conceptos avanzados y necesarios para "el bien de la humanidad", sin embargo muchas personas sienten temor o negatividad al escuchar la palabra "poder", ya que el concepto implica un formato de jerarquía, o que hay individuos más o menos poderosos que uno mismo. Y es posible creer que esta estructura sólo es utilizada por los "trabajadores al servicio de la oscuridad". No es así, también la utilizan los "trabajadores de la luz" por ejemplo, para poder servir a los demás se requiere de individuos y situaciones que impliquen la necesidad de ser despertados, o de ayuda; se necesitan "víctimas" que proteger. Y así, el trabajador de la luz se coloca en una posición de poder sobre otras personas quienes se consideran sin el poder suficiente para ayudarse a sí mismas.
Cuando se sigue un sendero spiritual tipo Bodhisattva, se requiere de los que sufren, incluídos ambientes naturales que sufren pa poder ayudarles. Y es una buena senda, el eventualmente dejar atrás el ciclo de poder de unos sobre los demás. Pero recuerda que seguirá siendo un sendero, y no un destino."
Y mi amiga me escribe: "Esta realidad está basada en mantener el POder POr encima de los otros, ¡el POPO' !
Lo encontré muy humorístico y muy cierto. A veces inmersos en la seriedad de las circustancias nos olvidamos de reír, sí, ¡bien fuerte!
Así que, si te ha hecho reír, valió la pena compartirlo.
Abrazos,
Inelia
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