martes, 3 de julio de 2012

¿QUÉ ES LA MEDITACIÓN?...OSHO...♥

Meditación es un estado de no-mente. Meditación es un estado de conciencia pura, sin contenido.



Por lo regular, tu conciencia está demasiado llena de basura, igual que un espejo cubierto de polvo.
La mente es un tráfico constante: los pensamientos se están moviendo…los deseos se mueven…los recuerdos se mueven…las ambiciones de mueven. ¡Es un tráfico constante…día tras día!



Hasta cuando duermes la mente está funcionando, está soñando. Sigue pensando, sigue inmersa en preocupaciones y ansiedades. Se está preparado para el día siguiente, está ocurriendo una preparación subterránea.
Ese es el estado de no-meditación. La meditación es exactamente lo opuesto. Cuando no hay tráfico y el pensamiento se ha detenido…los pensamientos no se mueven…los deseos no se agitan y te encuentras en completo silencio. Ese silencio es meditación.
Y es en ese silencio que la verdad es conocida…nunca de otra manera.
La meditación es un estado de no-mente.



Y no puedes encontrar la meditación a través de la mente porque la mente se perpetua a sí misma. Sólo puedes encontrar la meditación dejando la mente de lado, permaneciendo sereno, indiferente, sin identificarte con ella; viendo pasar la mente pero sin identificarte con ella, sin pensar: “Yo soy ella”.



Meditación es la conciencia de que: “Yo no soy la mente”.
Cuando esta conciencia entra más y más profundo en ti lentamente, aparecen unos pocos momentos…momentos de silencio…momentos de espacio puro…momentos de transparencia…momentos en los que nada se agita en ti y todo está quieto. En esos momentos de quietud, sabrás quién eres y conocerás el misterio de esta existencia.



Llega un día, ¡un día de grandes bendiciones! en el que la meditación se convierte en tu estado natural.



La mente es algo antinatural; nunca se transforma en tu estado natural. Pero la meditación es un estado natural, que has perdido. Es un paraíso perdido, pero el paraíso puede ser recuperado.

Observa los ojos de los niños…mira y encontrarás tremendo silencio, inocencia. Todo niño viene en estado meditativo pero debe ser iniciado en la forma de funcionar de la sociedad. Debe aprender cómo pensar, cómo calcular, cómo razonar, cómo discutir; debe aprender palabras, lenguaje, conceptos. Y muy lentamente pierde contacto con su propia inocencia.
La sociedad lo contamina, lo corrompe…se transforma en un mecanismo eficiente, ya no es un hombre.



Todo lo que necesita es recuperar ese espacio una vez más.
Lo has conocido antes, así que cuando conozcas la meditación por primera vez te sorprenderás, pues surgirá en ti una clara sensación de haberla conocido antes. Y esa sensación es real: la has conocido antes…y la has olvidado. El diamante está perdido entre montones de basura…pero si puedes removerla, encontrarás el diamante nuevamente: es tuyo.



En realidad, no se puede perder, sólo puede ser olvidado.
Nacemos como meditadores, y después aprendemos las formas de obrar de la mente…pero nuestra naturaleza real permanece escondida en algún lugar, en lo profundo como una corriente subterránea.



Cualquier día, una pequeña excavación y vas a encontrar la fuente fluyendo…la fuente de aguas frescas. ¡Y encontrarla es la alegría más grande de la vida!
OSHO

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