Una realidad positiva es mucho más agradable, por supuesto, que una realidad negativa. Lo cierto es que a través de una realidad positiva es como vislumbras lo que está más allá de la realidad creada por la mente, lo que no necesita ser creado por la mente, aquello en lo que surge toda creación.
Estar dispuesto a descubrir lo que es anterior a tu realidad personal, lo que no depende de tu realidad personal, lo que ya es y no requiere práctica, apoyo o creencia para ser, es madurez espiritual.
La madurez espiritual permite que el satsang aparezca en tu mente. En tu mente oyes la llamada, ¡Despierta! ¡Despierta! ...Ríndete a esa llamada.
La rendición mental es reflexión, dejar descansar la mente, no pensar.
Reflejar significa renunciar a todas las consideraciones, a todos los cálculos, a todas las medidas y quedarse quieto. Una mente que refleja esta manera está alerta y sin embargo descansa, está abierta. Entonces, de una manera muy natural, inesperada y misteriosa, surge aquello en lo que se refleja.
GANGAJI.
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