No pases mucho tiempo solo. Acompáñate de un buen amigo o de un ser querido, especialmente, si te sientes desanimado. Muchas veces abrirnos a compartir con los amigos nos ayuda a distraer la mente de las preocupaciones y además nos levanta el ánimo.
Evita tomar decisiones vitales. Cuando estamos emocionalmente afectados es conveniente no tomar decisiones importantes, porque es posible que después que recuperemos el balance de nuevo, veamos las cosas de una manera diferente. Espera a recuperarte, para que tomes objetivamente la mejor decisión.
Escucha música brillante. Se ha comprobado que la música estimula la liberación de seratonina, lo que puede ayudar a crear una sensación de bienestar. Escúchala y déjate llevar por su ritmo para cantar o bailar. Solo necesitamos unos minutos de escuchar nuestra música preferida para conectarnos a ella y soltar las preocupaciones. ¡Pruébalo!
No seas perfeccionista. Deja de buscar la perfección en la tarea que realizas y en el trabajo que realizan los demás. Suelta un poco en ciertas áreas de tu vida la necesidad de mantener el control. Trabaja en la aceptación de las diferentes capacidades que tienen los demás y no esperes que se comporten o actúen como tú lo harías.
Ve películas divertidas. De vez en cuando puedes ir al cine a ver una película divertida y que tenga un final feliz. Evita ver películas tristes o cargadas de violencia porque hacerlo bajara todavía más tu estado de ánimo. También puedes ver una película en la televisión, lo más importante es que estimule tu sentido del humor para que puedas desconectarte de los asuntos pendientes y recuperarte emocionalmente.
Eleva tu espíritu. El contacto frecuente con la presencia de la Divinidad en tu interior o a tu alrededor... puede ser una fuente de fortalecimiento e inspiración. No estamos solos en ningún momento de la vida y mucho menos cuando atravesamos por una etapa de tristeza, desánimo o depresión. Vamos, tómate unos minutos para practicar la oración que aprendiste de pequeño o para cerrar los ojos y a través del sonido de tu respiración conectarte a ese espacio interior donde se encuentra la presencia de Dios.
Asiste a un grupo de autoayuda. Es posible que en tu ciudad exista un grupo de apoyo a superar ciertas adicciones negativas, en ellos y en los parámetros que utilizan para superarlas tal vez puedas encontrar el apoyo y la fortaleza necesarias para salir adelante. La compañía y las palabras sabias y amorosas de personas que estén dispuestos a apoyarnos, muchas veces son suficientes para que poco a poco recuperemos nuestra motivación y entusiasmo.
Juega con niños. El contacto natural y abierto con los niños, especialmente si son tus hijos o tus nietos, ayuda a que podamos soltar las tensiones y las preocupaciones. Después de compartir una actividad divertida con ellos te sentirás renovado, alegre y lleno de ese sentimiento de ternura tan especial que te transmite el contacto con ellos. Date permiso para acercarte a ellos aun a pesar de que no te sientas tan animado para hacerlo. Recibe el cariño que te dan y reconfórtate con ese sentimiento tan bello.
Haz pequeñas mejoras en la casa. Ponte en acción. Evita quedarte quieto mucho tiempo, porque la pasividad es un caldo de cultivo para el desánimo y la depresión. Disponte a hacer mejoras en tu casa, cambia los muebles de lugar, saca el exceso de cosas y limpia y ordena los diferentes ambientes. Ponerte en movimiento te ayudará a renovar el buen ánimo.
MAYTTE
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