domingo, 19 de febrero de 2012

NÁUFRAGA DE TI, NÁUFRAGA DE MI...♥



En barco me convertí
cuando te reconocí
pero en tus aguas profundas me perdí
y tu incapcidad de amar no reconocí

En naúfraga me convertí
cuando ya no te sentí
pero eran tantas las anclas en que creí
que ni de tus arenas movedizas me supe ir

Gracias a que el viento vive siempre en mi
que en cuanto mis velas dejé de reprimir
hacia mi isla perdida me dirigí
libre ya de tí

Itziar Azkona


A lo largo de nuestas vidas, vamos creando anclas. Para lo bueno y para lo malo. Lanzamos tantas anclas que hasta que no encallamos no somos conscientes de todo lo que nos ata.

Y cuando ya no avanzamos sufrimos crisis inmensas. ¿Cómo reconocer en los peores momentos aquello que nos ata si ni siquiera hemos aprendido a saber que vivimos atados? ¿Cómo ver los barrotes de nuestra jaula cuando la jaula es nuestro mundo y nunca salimos de ella?

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