“El universo está vivo, y, como tú, tiene memoria. Conocido como registro akásico, este archivo energético de información sobre el alma tiene el propósito de guiarte con amor. En el pasado, estos registros sólo eran accesibles a maestros espirituales, aunque actualmente están disponibles para cualquier persona en cualquier momento y en cualquier lugar”
“Los registros constituyen un cuerpo experiencial de conocimiento que contiene todo cuanto haya pensado, dicho y hecho cada alma a lo largo de su existencia, así como todas sus posibilidades futuras”
Linda Howe
Los registros akáshicos son los planos de grabación de la Naturaleza a modo de gran bibliotecaetérica de la que hablamos en este artículo y en esta entrevista.
Durante siglos, el acceso a los registros fue de dominio exclusivo de los místicos, los santos y los eruditos. Se trataba de no dejar ese poder y la sabiduría infinitos disponibles “en manos de cualquiera” sino reservarlo a personas capacitadas para tal responsabilidad, y tanto en las tradiciones orientales como en las occidentales ha habido Escuelas de Misterios que preparaban a los buscadores para el conocimiento esotérico.
No existen muchas referencias históricas públicas sobre este tema. Aunque la teósofa Helena P. Blavatsky (1831-1891) y el antropósofo Rudolf Steiner (1861-1925) se refirieron a los registros en sus escritos, no fue hasta Edgar Cayce, a mediados de siglo XX, que las lecturas de registros akáshicos se popularizaron y convirtieron en una práctica familiar dentro del movimiento de desarrollo de la conciencia, aunque él era la única que los leía en esos momentos.
A Edgar Cayce, de quien hablamos aquí, se le conocía como «el profeta durmiente» porque su método para acceder a los registros consistía en entrar en un estado de sueño, que le permitía cambiar su conciencia y acceder al Akasha. Mientras se hallaba en este estado, Cayce transmitía información y otra persona tomaba notas. Así trabajó a diario durante 43 años y en la actualidad más de 14.000 de estas lecturas están a disposición del público y proporcionan muchísima información acerca de los registros akáshicos en sí y también respuestas a miles de preguntas relacionadas con la salud y la espiritualidad.
Pero los tiempos han cambiado. La conciencia colectiva de la especie humana ha estado creciendo, evolucionando y madurando y la humanidad ha pasado de la era de la dependencia de un «progenitor» espiritual a la era de la independencia y la responsabilidad espiritual. Es decir, está ocurriendo una LIBERALIZACIÓN DE HERRAMIENTAS espirituales y ya son miles las personas en el mundo que pueden acceder y leer los registros akáshicos.
Y por primera vez se publica en castellano un libro sobre este tema, “Cómo leer los registros akásicos” de Linda Howe, la fundadora y directora del Centro de Estudios Akáshicos en EEUU, una organización que se dedica a promover el estudio de los registros y su sabiduría espiritual.
Linda Howe ha desarrollado un método infalible, la Oración del Sendero, a modo de contraseña para acceder a este depósito de información y ascender a un plano superior de la conciencia.
Podemos leer el índice y las 17 primeras páginas en este pdf (de donde hemos obtenido la información de este post).
El libro Cómo leer los registros akásicos contiene esta oración de acceso, directrices y reglas básicas para la lectura de los registros akáshicos, explica la diferencia entre los registros y la intuición, cómo funciona la sanación energética en los registros y más.
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