Porque una vez que te acostumbras a entablar un diálogo con tu alma, cuando dejas de hacerlo, parece que no sabes cómo guiar tu vida, hacia dónde girar el timón...
Sin esos minutos de paz, de calma, de sosiego y de “volver a casa”, tu día se verá enturbiado constantemente con emociones, pensamientos, situaciones, terrenales, irreales, confusas, ilógicas...
Todo sucederá igual si decides dedicar tiempo a tu interior, pero la gran diferencia es que tú no verás afectado ni condicionado por ello, es decir, si tú dedicas esos minutos a sentir tu verdadero centro, el mundo, literalmente, puede desmoronarse que a ti te será mucho más fácil ver el deslinde que existe entre t ur e a l i d a d y LA REALIDAD, sabrás colocarte en una perspectiva mucho más lógica, más idónea, tu mente ya no jugará a saberlo todo, a pretender organizar y controlar, no dejarás de vivir, sino que, simplemente sabrás cómo hacerlo…no te involucras en la desazón ni la angustia de las situaciones, sino que, a cambio, sabes discernir que absolutamente todo en la Vida es un GRAN TEATRO, diseñado simple y llanamente para que TU SER y TU ALMA crezca.
Sin ese diálogo previo, discernir, razonar, actuar y, en definitiva, VIVIR se convierte en una tarea cuasi imposible.PAULA MONTES
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