Una vez que reaccionamos, nos preguntamos qué podemos hacer por ellos, por los seres que están viviendo una situación complicada o por nosotros mismos, de qué manera podemos ayudar.
Podemos hacer algo muy sencillo y eficaz. Se trata de enviar luz y amor. Somos amor, somos energía. Luego si somos ambas, basta con poner la intención en ello. O dicho de otra manera, sentir desde el corazón que deseamos lo mejor para esa persona, ser o situación.
Podemos enviar luz y amor a todos los seres vivos o a los que ya han fallecido, al planeta tierra, a dónde haya dolor o sufrimiento, a dónde hay guerras, conflictos, situaciones angustiosas o sin resolver; también podemos enviar luz y amor para avivarlo, para reforzarlo. Y podemos enviar luz y amor, a nuestro propio corazón, a nosotros mismos. Dejaros llevar por la intuición, por el corazón.
Para comenzar lo primero es tener una intención, y desde luego debe ser clara, sencilla y positiva. Sentir desde el corazón lo que deseamos, y después lo lanzamos o envíamos. La intención puede estar dirigida hacia una o varias personas ya estén vivas o hayan fallecido; para una situación trágica, angustiosa; o bien, para ayudar a conseguir algo que deseamos.
La intención ha de estar abierta a lo positivo, a la esperanza, a la luz y al amor. Ante la muerte de un ser querido podríamos decir lo siguiente, dejo tres propuestas que pueden adecuarse a nuestras necesidades y deseos:
- Envío luz y amor a Fulanito para que encuentre su camino en su tránsito con facilidad.
- Envío luz y amor para que Menganita sea ayudada o atendida por todos los seres que le aman, protegen y velan por ella.
- Envío luz y amor para que tal situación o persona logre lo que necesita para hallar la felicidad, la paz, la estabilidad, la armonía, etc. en su vida, en su tránsito, en su paso a la otra vida...
La intención es tan poderosa que sólo con pensarlo se lleva a cabo.
En teoría sería suficiente con el primer paso. Sin embargo, a veces, al llevar a cabo una acción, nos da la sensación que realza e impulsa lo que deseamos, lo que estamos realizando.
Si sentimos que además de enviar luz y amor, debemos hacer más, adelante; podríamos meditar, visualizar, plasmar nuestros sentimientos en una carta, encender una vela, etc. Y más aún, podemos realizar las dos acciones conjuntamente.
Por ejemplo,
Podemos encender esta vela, y al hacerlo decir:
- estoy enviando luz y amor a todos aquellos que necesiten claridad en su camino. O lo que cada uno quiera o sienta en ese momento.
Podemos rezar, poniendo de nuevo, la intención de ayudar a una situación, a un ser, etc. Fluyendo desde el amor y desde el corazón. Y siempre, de manera positiva. Deseando que a cada persona o situación le llegue lo que necesita, lo que sea mejor para cada ser. No lo que creemos que necesita o desea. Podemos saberlo o no; por eso, lo realizamos de una manera más general. De esta manera, seguro que le llega lo que necesita.
Podemos meditar, visualizar. Ponemos la intención y sentimos cómo desde el corazón parte una luz brillante de color rosa, dorado o blanco que llega al destino que deseamos.
Todo es válido si nace desde el amor y desde la luz que somos. Os recomiendo que cuando lo hagáis sea de manera muy sencilla, de este modo podréis hacerlo en cualquier lugar o momento del día.
Todos podemos ayudar, y lo hacemos constantemente. Muchas veces no somos conscientes de ello. A partir de ahora, sí. Busquemos la intención que vibre con nosotros y en nuestro corazón; y la energía del amor, hará el resto.
vía COMUNICACIÓN ENTRE DOS MUNDOS
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