martes, 28 de mayo de 2013

EL CONSEJO DE ANNU Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan





Somos de Antiguo Origen Siriano, de nacimiento galáctico. Estamos más allá de su medida del tiempo y el espacio. Estamos más allá de su comprensión del ADN. Somos aquello en lo que el corazón de la Tierra ansía convertirse: una estrella. Estamos codificados genéticamente con todos los elementos de la Tierra: viento, tierra, fuego, agua, siendo el humano el quinto elemento. Vivimos en lo profundo de las antiguas codificaciones de los seres humanos.

Venimos cuando el alineamiento del cielo y las estrellas los conducen a un Transportal. Hay un flujo dimensional en el que entran, un lugar del que sacan comprensiones/codificaciones existentes que han estado ocultas a sus ojos, sus oídos, sus sentidos. Se hallan en el portal sagrado. Sobre este portal hay un espejo. La llave que abre el portal dimensional es su verdadero reflejo. La llave para abrir el verdadero reflejo, es el amor por uno mismo. Con el ojo de su mente vean este portal: la  puerta y el espejo. ¿Cómo se sienten al mirar profundamente su propio reflejo? ¿Es su alegría lo que está  ante ustedes? ¿Es su arrepentimiento? ¿Es su disgusto? ¿Es su amor? Deben hacer urgentemente todo lo que puedan para ubicarse en vestiduras de amor por ustedes mismos, porque ésa es la balsa que los llevará a la isla que tanto buscan. Es un remar solitario en el que se embarcan al ver su verdadero reflejo. Es un horizonte  brumoso al que se encaminan, en una tierra donde sus percepciones están distorsionadas. Como en Alicia a través del Espejo, caen hacia arriba o abajo por la madriguera del conejo.  

La próxima fase de energía toma la forma de un laberinto, una espiral de Fibonacci que los lleva al centro de su propio nautilus. En ese punto de centrado interior, descenderán y ascenderán simultáneamente, creando un flujo dimensional, una curva en su futuro, una curva en la luz. En ese punto intenso de curvatura, se les ofrecerá una oportunidad que sólo llega cuando han iniciado los códigos del amor por uno mismo. Entonces y sólo entonces se les permitirá ingresar en el centro del corazón de luz. Dentro de ustedes hay un activador cronometrado. Está esperando fechas especiales y combinaciones de números para activarse y despertar las verdades dormidas. Ustedes son el portal. El código de ingreso es la rúbrica energética de su amor por ustedes mismos. No es la impresión de la mano. No es el escaneo del ojo. Es la impronta del corazón la que permite su ingreso. No es la impronta de su amor por el prójimo o su suegro o un padre abusivo, sino su amor por sí mismos, de ese modo obtienen el ingreso a este portal del tiempo no visto. 

Cada uno de ustedes ha invocado una “Luz” que con suerte les dará lo que buscan. Al nacer en un cuerpo, uno comienza a buscar: ustedes se buscan a sí mismos, buscan su corazón, buscan su misión, buscan el verdadero amor. La luz en su interior nunca será lograda hasta que ella se alimente de sí misma. Todos los portales y dimensiones externos que buscan fuera de ustedes sólo les dan una degustación de la cosa misma que realmente buscan. 

Hasta que entren plenamente en todas sus partes, no habrá paz. Ustedes son filamentos diversificados de la Luz. Son partículas emancipadas de la Creación que se han expresado en formas santas y no santas. Todo el que encuentran tiene el potencial de estar en su corazón, si así lo deciden. Los portales separan a aquellos que estarán de los que no estarán. Ellos separan a los que eligen avanzar de los que eligen permanecen en la comodidad. Esta elección no es algo decretado por el dedo de Dios, es algo decretado por cada persona. Dejen de esperar en sus vidas. Ellos están aquí ahora.  

Somos el Consejo de Annu, de Luz Siriana y de Origen Siriano. Nuestra sangre, nuestra fibra, nuestra codificación genética se halla en todos y cada uno de ustedes. Nos vamos. 


 Gillian MacBeth-Louthan
PO box 217
Dandridge, Tennessee

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