“El objetivo de la vida es nacer plenamente, pero la tragedia consiste en que la mayor parte de nosotros muere sin haber nacido verdaderamente. Vivir, es nacer a cada instante”.
Escribió Erich Fromm.
¿Qué somos?
¿Nuestro nombre? Podría ser otro.
¿Nuestro cuerpo? Muta contínuamente. No hay ni una célula de nuestro cuerpo idéntica a la que teníamos hace siete años.
¿Nuestras circunstancias? Son volátiles, sujetas a mil influencias del entorno y del propio paso del tiempo.
¿La idea que tenemos de nosotros mismos? Cambia con el tiempo. No nos vivimos de la misma manera a los tres años, que a los doce, a los veinte, treinta, cincuenta, setenta...
¿Qué es lo que permanece inalterable, lo que es?
Somos, eres, este instante. Aquí y ahora. La consciencia presente que se da cuenta que es.
Pero a esa consciencia no se llega desde un ejercicio de esfuerzo mental. Es, simplemente, darse cuenta, observar, dejarse ser.
Alex Rovira
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