Todos los días honran al mundo con sus oraciones, con sus palabras, con sus intenciones, y sin embargo su vida personal se está cayendo a pedazos. Su energía está dispersa. Su cuerpo físico está exhausto y sus patrones de sueño están alterados. Su vida no ha sido barrida, limpiada y sacudida porque están muy ocupados regalando su luz como el frívolo guardián de un faro, sin honrar sus propias necesidades. Entregarse como un cordero en sacrificio a cada causa, no los hará salir adelante en el juego. Como una mujer en el desierto con un bebé, ella le daría automáticamente la última agua al niño, pero ella perecería. ¿Y entonces quién salvaría al niño? No hay ningún futuro en dar hasta que se hayan ido.
Los textos antiguos y escuelas de misterio hablaban de la energía de dar. Dar de un pozo que estaba lleno, limpio y purificado. Cuando están llenos de amor y luz, eso se irradia tocando todo a su paso a 360 grados. En este irradiar hay un efecto de onda, una multiplicación de energía que lo toca todo, desde las briznas de hierba hasta las estrellas sin descubrir.
Cuando están vacíos personalmente, no importa cuántas oraciones dirijan, cuánta luz irradien, cuánta afirmaciones y meditaciones pronuncien y recen, no llegarán a su destino deseado. Sólo pueden dar verdaderamente cuando están llenos.
Cuando se enfocan continuamente hacia afuera y no se honran a sí mismos primero, son injustos con toda vida. Al no amarse lo suficiente a sí mismos y sólo ceder a las demandas externas, causan un desequilibrio en toda la creación. Ese desequilibrio comienza y termina en cada uno de ustedes. Al no llenarse a sí mismos primero, no ayudaron a nadie ni a nada. Los buenos pensamientos, luz, oraciones y sanación que enviaron simplemente salieron corriendo sin cumplir con su objetivo. ¡Terminaron en el departamento de mails extraviados de la vida porque no tenían suficiente combustible para llegar a su destino!
Cada uno de ustedes en algún momento ha recibido una llamada telefónica, un email de alguien que pide ayuda u oraciones. Puede ser que apenas hayan llegado a la puerta después de un duro día de trabajo, agotados, apenas capaces de pensar, y entonces se les pide que den la poca fuerza vital que les queda. Todo lo que querían hacer era sentarse, descansar, o comer un poco para recargarse, pero no lo hicieron. El ‘dios de la culpa’ en ustedes insistió en que enviaran amor o sanación a la situación de inmediato. ¡No llenaron su tanque de combustible primero, por lo que van e intentan apagar incendios con un camión cisterna vacío y sus oraciones no obtienen ningún resultado!
Están gastando demasiado tiempo y energía en verter el combustible fuera del tanque, fallando el tiro. Imagínense que van a la gasolinera y llenan los coches de todos los que los rodean. Todos están agradecidos y se despiden al marcharse y dejarlos. Ustedes se sientan ahí, vacíos, esperando que alguien los llene, pero por desgracia no hay combustible para ustedes.
En el séptimo día de la creación, el Universo/Dios descansó llenándose de nuevo, preparándose para crear más. Dios se honra a sí mismo primero. Todo lo que se crea, se crea a partir de un punto de plenitud o no se crea en absoluto. Todo lo que se da, se da desde un punto de plenitud o no se da en absoluto.
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