La paz que experimentas proviene de quién tú eres, de lo que estás conformado y de cómo decides ser. El mundo a tu alrededor puede estar lleno de conflictos, luchas y confusión, y sin embargo tú puedes estar totalmente en paz en tu corazón.
La paz es un signo indubitable de fortaleza. La paz interior aporta verdadera fortaleza exterior.
Aquellos que carecen de confianza en sí mismos necesitan ensañarse con los demás. Aquellos que son fuertes tienen lo necesario para mantenerse tranquilos y en paz.
Si tu identidad y tu plenitud dependen de cosas superficiales y efímeras, mantenerte en paz será imposible. Invirtiendo tu propio ser en valores verdaderos y duraderos, y siendo fiel a esos valores, desarrollarás la confianza y fortaleza necesarias para estar en paz.
La paz no puede forzarse, y una paz verdadera no puede ser tomada por la fuerza ni robada. La paz es para aquellos que son suficientemente fuertes y sabios como para optar por ella, y junto a esa paz viene una plenitud de vida que de otro modo sería imposible llegar a experimentar.
Opta por la paz. Y con la fortaleza de tu elección, ayúdala a crecer.
Gabriel Sandler
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