Cuando eres feliz, sucede exactamente lo opuesto. Deseas que todos sean felices, porque tu felicidad se multiplica por cada uno que también es feliz...
Hacerle daño a los otros se torna imposible, porque es hacerle daño a tu propia felicidad. Y ayudar a las personas a ser dichosas no es un servicio que les haces a ellos, sino un servicio a ti mismo, porque su alegría va a aumentar tu alegría. Cuantas más personas sean dichosas en el mundo, más existirá una atmósfer de celebración. En esa atmósfera puedes danzar más fácilmente, puedes cantar más fácilmente".
Osho, Zarathustra, un dios que puede bailar
http://osho-maestro.blogspot.com/
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