-Cuando el monje sale, los sapos entran en el templo. ¿Cuando entran los sapos en el templo?
-¡Muy fácil, Maestro: los sapos entran en el templo cuando el monje sale!
-¡Necio!
-Pero usted mismo me lo dijo: cuando el monje sale los sapos entran…
-¡Torpe!
-¡Entran cuando tiene calor y buscan la sombra!
-¡Tramposo!
-¡Entran cuando el monje se olvida de cerrar la puerta!
-¡Iluso!
-¡Entran cuando saben que allí dentro se pueden iluminar!
-¡Intelectual, aprende a morir!
-¡Los sapos nunca entran en el templo porque el monje no lo abandona jamás!
-¡Eso!
Alejandro Jodorwsky
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