Reparar las consecuencias y efectos de una decisión, tomada un poco a la ligera a partir de una valoración errónea, requiere sin duda un esfuerzo y la necesidad de replantearse elecciones diferentes, pero es la única forma de avanzar en nuestra vida con mejores recursos.
Frente a una encrucijada debemos meditar con determinación las ventajas que nos ofrece cada uno de los caminos e inconvenientes que plantea, pero debemos también ser firmes ante la decisión adoptada y pensar que, si bien es cierto que no se puede regresar nunca al punto exacto de partida, casi siemprepodemos darnos una segunda oportunidad que se verá sin duda enriquecida por la experiencia acumulada.
En la vida no existe nada que pueda garantizarnos eléxito; ese es el riesgo de vivir, pero también su encanto.
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