En la antigua China se ponía énfasis en practicar la tolerancia. Una persona destacada de la sociedad humana puede alcanzar un muy alto reino mediante la tolerancia. En la vida moderna, a la gente le es difícil evitar ser humillada, amenazada, difamada, criticada o envidiada por otros. El cómo uno trata con la humillación depende del nivel de virtud de cada uno. Todos tienen su propio nivel de virtud.
Según los registros históricos chinos, Fu Bi, un famoso oficial de la Dinastía Song, tenía un magnífico nivel de tolerancia, incluso cuando era joven. Cuando la gente lo insultaba, él hacía oídos sordos y ponía toda su atención en hacer su trabajo. Era como si él no hubiese escuchado nada.
Una vez, una persona muy furiosa lo insultó, aunque no tenía razón para hacerlo. La gente a su lado le dijo, “¡Te está insultando!” Fu Bi sonrió cálidamente y respondió, “Me temo que él está insultando a otra persona”. La gente a su lado le dijo de nuevo, “Él está diciendo tu nombre”. Fu Bi respondió, “Hay muchas personas con el mismo nombre en este mundo. No se refiere necesariamente a mí”. Cuando escuchó esta respuesta, la persona sintió vergüenza y dejó de insultarlo.
Si Fu Bi hubiera respondido a los insultos con más insultos, la situación hubiera empeorado o incluso hubieran empezado a golpearse. Con una mente calma, hizo que la ira de la persona se desvaneciera y logró que la situación se resolviera con compasión. La gente que puede aguantar y tolerar a otros debe tener una gran cualidad moral. Si uno no puede aguantar a otros, uno carece de tolerancia. Lo más difícil en este mundo humano es soportar la humillación en cualquier situación.
Hay una historia sobre el Buda Sakya Muni. Había una persona que lo envidiaba e insultaba. Pero Sakya Muni estaba perfectamente calmo y mantuvo el silencio. Cuando finalmente la persona terminó de insultarlo, Sakya Muni le preguntó con una sonrisa: “Amigo mío, si una persona da algo a otra persona y esa persona se rehúsa a aceptarlo, entonces, ¿de quién es esa cosa?” Esa persona respondió bruscamente: “Por supuesto, pertenece al que lo da.” Sakya Muni dijo, “Correcto. Me has estado insultando hasta ahora. Si no acepto tus insultos, entonces, ¿quién los recibirá?” Al escuchar las sabias y compasivas preguntas de Sakya Muni, la persona se quedó callada y ya no se atrevió más a insultar a Sakya Muni.
El carácter moral tiene mucho que ver con la tolerancia. Cuando uno cultiva la tolerancia, uno adquirirá un cáracter noble. Si uno no contraataca cuando es maldecido o golpeado, la cualidad moral de uno naturalmente se eleva.
Al tratar con la humillación, pocas personas son capaces de mantener una mente imperturbable como Fu Bi y Sakya Muni. Si razonamos calmadamente, nos daremos cuenta de que no es inteligente tratar estas cosas con el “ojo por ojo” y devolver el insulto. Si uno enfrenta el insulto con una cálida sonrisa y responde con una voz calmada, uno ciertamente tendrá la tolerancia de los sabios y naturalmente desarrollará un noble carácter.
Fuente: www.lagranepoca.com
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