¡Es que es tímido!… Esta es la frase. Y yo me pregunto; ¿de qué o para qué sirve ser tímido? ¿Cuántas veces hemos oído esto? ¿Cuántas veces se han escusado o nos hemos escusado en esta palabra para justificar un comportamiento determinado? Es como si fuese la imagen auditiva perfecta para evadirse de un momento delicado en el que se rehúye por infinidad de causas, normalmente traumas, juicios hacia uno mismo, aspectos asociados adquiridos o inculcados desde pequeños, así como también por la expectativa que se puede generar, la dificultad de interactuar con los demás y en realidad una de las principales causas es, por el qué dirán. Se teme la opinión que los otros puedan llegar a tener de uno o de sus comentarios o acciones.
En realidad ser tímido es otra forma de actuar del ego. ¡Piénsalo! La timidez es algo ornamental, adornado de miles de historias que puedes añadir; soy tímido a hablar con otras personas, soy tímido por cautela , por de decir lo que no es conveniente, soy tímido porque ante las mujeres me ruborizo, o ante los hombres, soy tímido porque quizá se rían de mí, soy tímido…, soy tímido…, soy tímido porque así muestro más humildad etc…. Ser tímido no es algo maravilloso, no tiene valor, encadena, ata, reprime, inhibe la creatividad, la iniciativa, la espontaneidad, la belleza del ser y además priva de la confianza, y así podría añadir infinidad de adjetivos.
Verdaderamente estoy muy harta de observar que este comportamiento, el de la timidez, se usa como excusa de muchos actos en los que se necesita decisión, vinculación, valentía y sentido común.
Tímido es de temer, y ¿temer a qué?, ¿a los demás, a ti mismo o quizás a tus reacciones…?
Yo preguntaría ¿te sirve esa falsa humildad, la timidez? O también estas harto de no saber como enfrentarte a esa “timidez” “temor”
¿Eres demasiado exigente y receloso?, ¿el resentimiento hace que te sientas excluido y eres incapaz de mostrarte tal como eres y permanecer en tu lugar?
Naciste porque no eras tímido, todo lo contrario, la timidez es algo adquirido e inútil. Ahora en este tiempo nuevo en que tenemos que potenciar lo que somos no nos sirve este lastre, el miedo, el temor. Somos seres preciosos, divinos, únicos, y hemos venido a mostrar el ser sagrado que somos, y para ello hay que desprenderse de esos viejos patrones de comportamiento que han hecho que nuestra vida esté cargada de insatisfacción e infelicidad, ya que por timidez hemos desaprovechado cada oportunidad que nos ha dado la vida para regalar a los demás nuestra luz.
Quítate de la cabeza esos miedos, no hay nadie inferior ni superior, cada persona es simplemente ella misma, incomparable e única, no se puede herir a un hombre sin ego, sin miedos.
Muchas veces me dicen ¡Ah…, soy tímido hasta que me conocen! ¿Qué quiere decir eso?… ¿Te reservas? ¿Se reserva una flor su aroma hasta que llega la persona que se fija en ella, o por el contrario ella desprende toda su esencia porque es, porque existe?
La timidez es un auto-sabotaje. Atrévete a ser
Supera la timidez atreviéndote, como cuando supera el pájaro su miedo ante su primer vuelo. Entonces reconocerás que la timidez y lo que conlleva, era un peso innecesario.
Artículo de Begoña Beneito.
Luhema
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